Para el fiscal que investiga el crimen de Tomás Valentín Tello Ferreyra (18) en Santa Teresita, quien le aplicó la puñalada mortal fue Damián Kopelian, vendedor ambulante de 21 años. Por eso, cuando el funcionario pidió que la aprehensión se convierta en detención, lo consideró coautor del homicidio. En cambio, a su padre y al hermano, Avedis Aram (57) y Aran (27), les endilgó la participación necesaria
En ese contexto, solicitó a la Justicia de Garantías el allanamiento, registro y secuestro en la finca de calle 125 N° 351, la casa de los Kopelian e Infobae accedió a las fotos de ese procedimiento.
“Vengo por el presente a solicitar se libre la correspondiente orden de allanamiento y registro respecto del siguiente domicilio: a) Calle 125 al numeral 351 de Santa Teresita”, reza el pedido del fiscal Pablo Gamaleri ante el juez Diego Olivera Zapiola, titular del Juzgado Garantías N°4 de Mar del Tuyú, quien luego avalaría la solicitud del funcionario.
Así, Gamaleri también describió que en la casa en cuya fachada tiene “un portón de madera de, aproximadamente, 2 metros de altura, pintado de color marrón” y “tres palmeras” sobre la vereda, se secuestre: “Todo tipo de elemento que posea posible rastro hemático, teléfonos móviles y todo tipo de dispositivo electrónico”.
En ese contexto, delegó el cumplimiento de la orden de allanamiento al titular de la Comisaría de la Costa 1° Santa Teresita, con colaboración de personal de Policía Científica.
Lo que hallaron fue, como se ve en las imágenes a las que accedió este medio, varios ambientes con sucios y desordenados, con acumulación de ropa, maderas, tachos, entre otras cosas; y con las dependencias muy desmejoradas. Había una computadora y celulares.
El hermano
En ese contexto, Miguel Angel Pierri, abogado de la mamá de Tomás, este miércoles habló sobre los detenidos y deslizó que había uno con “cuadro de salud” y especificó: “Hay que ver si comprende la criminalidad de sus actos y si puede estar afectado a este proceso”.
Fuentes del caso confirmaron a este medio que se trata de Aran, el hermano de “El Kope”, el único que no se halla preso en Dolores, como el resto, sino en Maipú.
“Tiene una enfermedad psiquiátrica, pero nada que le haya impedido comprender la criminalidad de sus actos”, advirtieron. Otras fuentes especularon que “podría tener un cuadro compatible con esquizofrenia paranoide aguda o similar, de la cual no tenemos certeza científica”. Por eso, se harían pericias.
Remera amarilla
Para el fiscal, Damián Kopelian junto a Federico Gonzalo Brandon (22), Roberto Nicolás de Jesús Ochoa (27) y Carlos Omar Damestoy (29) fueron los coautores del “homicidio doblemente agravado por haber sido cometido con alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas”, delito que prevé prisión perpetua.
Fuentes del caso informaron a Infobae que ”Brandon es el sospechoso de remera amarilla que le pega a Tomás luego de que lo apuñalaran”, pero también dijeron que en la huida “se cambia la ropa con Ochoa, de allí la confusión”.
Además de los dos menores a cargo de la Justicia juvenil vinculados al caso, el fiscal le imputó a Darío Javier Espinosa (33) la misma participación necesaria que al padre y al hermano de Kopelian. Resta saber qué rol le cabe a Diego Alberto Cejas (29), el décimo detenido.
“Por lo pronto, luego de las indagatorias y la detención formalizada, llega el tiempo de las pericias. Mientras tanto, Gamaleri intentará a partir de ahora describir el rol que cada uno tuvo en el ataque y desde ahí acotar su participación en el hecho”, concluyeron los informantes.
El caso
Según la teoría del fiscal, la fiesta del 23 de diciembre pasado en la casa donde vivía Tomás, y de la cual echaron a los ahora detenidos, fue le motivo de la venganza: fue un plan que urdieron “con el fin de darle muerte”.
En ese contexto, cuando vieron a la víctima en la playa de Calle 38 en Año Nuevo, no lo dudaron: los tres Kopelian, Brandon, Ochoa, Damestoy y Espinosa, en principio, se acercaron a la víctima y lo increparon: ‘Che, párense de mano, vamos a pelear, hijos de puta. Los vamos a cagar a trompadas, parate de mano’.
Después de gritarle a Tomás “‘mirá cómo te regalás’, mientras lo agredían y le exhibían un arma blanca”, la víctima “emprendió la huida, siendo perseguido por los autores del crimen. No estaban solos. Para el fiscal había “otros que a la fecha no han sido individualizados”.
“Lo corrieron hasta Calle 44 N° 124, donde lo acorralaron en el pasillo de entrada de la vivienda y se turnaron para atacarlo a golpes de puntapiés, puños, piedras y botellazos en la cabeza y en el cuerpo, mientras que a su vez impedían simultáneamente que sus amigos pudieran socorrerlo”, reza la teoría fiscal.
Así, según Gamaleri, el 1° de enero a las 7.10 Damián Kopelian le provocó “una herida fatal cortopunzante a la altura del esternón con un arma blanca”, mientras el resto continuaban golpeándolo hasta que decidieron huir. Lo mataron de una puntada en el corazón.