Ramón Adán Zurita, de 67 años, fue ejecutado de un tiro en la cabeza en la tarde del primer día del año, en la puerta de la casa de una de sus hermanas, en el barrio Matera, de Merlo. Los asesinos lo interceptaron cuando sacaba su Nissan gris para regresar a su hogar, tras los festejos para recibir el 2024, indicaron fuentes del caso a Infobae.
Los homicidas, según declararon los testigos en la causa, bajaron de un Chevrolet Corsa, cerca de las 19.30, a la altura de la propiedad situada en la calle Nolasco Flores, entre Almirante Brown y Hurtado. Se dirigieron a Zurita y le dispararon sin mediar palabra y escaparon sin robar nada.
Por esa razón, los investigadores ven el intento de robo como la hipótesis más alejada. En cambio, bucean en la particular vida de la víctima para dar con el móvil y los autores del crimen. Creen que puede tratarse de un ajuste de cuentas.
De acuerdo a la investigación, a cargo de los fiscales Claudio Oviedo y Marisa Monti, de la UFI N°5 de Morón, Zurita regenteaba departamentos donde se ejercía la prostitución en CABA. “Prestaba servicios como custodia de lugares que fueron allanados y cerrados”, detallaron las fuentes. Desde 2019, había comenzado un “emprendimiento propio en el mismo rubro”, agregaron.
Los detectives también profundizaron sobre sus vínculos románticos. En esos años, además, la víctima tuvo una relación con una joven de 30 años que trabajaba en la casa de citas. “Se enamoró de ella y tuvieron un hijo”, resumieron. “Él la ayudó para que no trabajara más y la mantenía mensualmente, pero estaban separados”, relataron.
Hace unos seis meses, Zurita comenzó a sufrir “todo tipo de hostigamiento”. Según declaró un testigo en la causa, el hombre -que no registra ningún antecedente comercial, trabajo legal o sociedad para sustentarse- “estaba muy paranoico”. Sin embargo, no quiso denunciar las amenazas que recibía, indicaron.
“Entraba en la casa de su pareja y le robaban. Le pidió a la mujer que se vaya a Paraguay con su familia porque, según él mismo decía, que lo iban a matar”. Al mismo tiempo, comenzó a tener cambios abruptos en su rutina.
Por otro lado, en los últimos meses había comprado dos autos con el fin de utilizarlos para una aplicación de viajes. Uno de esos vehículos apareció en Salta, con papeles apócrifos y conducido por otras personas.
En ese sentido, los investigadores sospechan que el homicidio también pudo estar vinculado a una actividad ilegal, aún desconocida, con terminal en esa provincia del norte argentino. No descartan que haya una trama narco o de trata de personas.
Por lo pronto, se sorprendieron al ingresar a las cuentas de la víctima en Facebook e Instagram y encontrar un perfil ligado a la noche, una veta que no habían explorado. Aunque los posteos públicos terminan entre los años 2016 y 2017, se lo puede ver abrazado a diferentes mujeres.
En redes, Zurita solía incluir en sus publicaciones su foto junto a frases de autoayuda o superación personal. “La valentía más grande del ser humano es mantenerse en pie, aunque se esté cayendo a pedazos”, dice en una de las imágenes que compartió. “La vida no te pregunta si quieres ser fuerte... La vida te obliga a serlo”, indica en otro.
En tanto, efectivos de la comisaría 3ra. de Merlo trabajaban en la búsqueda de imágenes del hecho que podrían haber sido tomadas por las cámaras de seguridad municipales y privadas de la zona. Esperan poder, de esta manera, reconstruir la ruta de llegada y escape de los asesinos.
Por el momento, los fiscales esperaban para este martes el resultado de autopsia y otras pericias para avanzar en la investigación del crimen.