Gritos, ruidos de vidrios rotos y de golpes; botellas que vuelan, alguien que pide “por favor” y un violento de remera amarilla que no deja de pegarle a otro que no tiene escapatoria. Mientras, uno de los agresores, vestido con camiseta blanca con una raya gris y que se toma el vientre con la mano derecha como sosteniendo algo, sigilosamente sale de la propiedad de 44 al 11, en la localidad balenearia de Santa Teresita, donde minutos después la Policía encontraría a Tomás Valentín Tello Ferreyra (18) con una puñalada mortal en el corazón.
El video que ilustra esta nota es una de las tantas imágenes clave que la Justicia tiene sobre el crimen del adolescente de 18 años por el que hay nueve detenidos, siete mayores y dos menores, en su mayoría vendedores ambulantes y entre los que está el sindicado como homicida, identificado como Damián Kopelian (21).
El fiscal Pablo Gamaleri, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°11 del departamento judicial de Dolores, indagaba este martes a los acusados por los delitos de homicidio agravado por concurso premeditado y alevosía.
En esas imágenes se ve parte del patio delantero de la propiedad donde acorralaron y atacaron a Tomás para darle muerte. Justamente, Joaquín, el chico que dormía en esa casa, había contado este lunes: “Nos despertamos con botellazos, piedrazos, de todo. Estábamos sosteniendo la puerta, porque pensábamos que querían entrar. No sabíamos lo que estaba pasando. Yo había estado más temprano en la playa y habían ocurrido hechos de violencia, pero nada así”.
Las imágenes dan cuenta de lo que Joaquín sentía, solo que no sabía que estaban matando a Tomás.
Minutos antes, la agresión había comenzado en la playa, a la altura de calle 38, cerca del muelle. También hay videos de esa escena. “En 44 y Costanera siguieron con el ataque y, luego, lo acorralaron y le dieron muerte en una casa que está en 44 al numeral 124″, describieron fuentes del caso la progresión de los hechos de la mañana de Año Nuevo.
La trama detrás del crimen es la de una venganza. “Hubo un problema en una fiesta anterior entre Tomás y sus agresores. Se cruzaron en la zona del muelle de Santa Teresita y los victimarios decidieron vengarse”, habían confiado las fuentes del caso a Infobae por qué de tanta saña contra el adolescente.
El padre de Tomás, Daniel Tello, en diálogo con TN esta mañana y confirmó la versión y explicó que ya conocía a los asesinos: “Hubo una fiesta de despedida de año en la casa de mi hijo. Supuestamente, el asesino estaba y no lo dejaron entrar. Hubo una discusión, se empezaron a pelear, yo llego y los separo, yo mismo saco a los dos chicos estos y me los llevo una cuadra para que se puedan ir tranquilos, para que nadie haga nada. A Damián Kopelian saqué. Y después me terminó matando a mi hijo. Se la tenían jurada, lo andaban buscando y me lo mataron”.
Incluso, Daniel comentó que Tomás le había dicho que lo estaban buscando. “Me lo dijo el 31 de la noche mientras yo estaba cocinando el asado con él. Me dijo: ´Papi, ¿viste el problema la otra vez? Dicen que me andan buscando´. ´¿Para qué?´, le pregunté. ´No sé´, me dijo. ´Bueno, hijo, no salgas, quédate acá en casa. Vos sabés cómo es. Siempre pelea, siempre hay botellazos, siempre todo el año lo mismo´, le contesté y me dijo: ´No, no va a pasar nada, papi´”, reveló.
Este martes, los resto de Tomás partieron sin velatorio rumbo al cementerio de Mar de Ajó, donde será inhumado. Los padres de la víctima están convencidos de que hay más involucrados en el caso.