Juan Marcelo Suplina, el líder de la barrabrava de Sportivo Dock Sud, fue detenido este domingo por tenencia ilegal de armas, pero, además, sobre él recae la sospecha de haber sido el autor intelectual del ataque a balazos del capo de la facción disidente, ocurrido el 27 de diciembre pasado en el partido bonaerense de Avellaneda.
Se trata de Isaías Nahuel Galleros, quien recibió tres disparos de arma de fuego en la vía pública y resultó herido en una de sus piernas, el hombro y el tórax. El tirador se dio a la fuga. La agresión ocurrió en medio de la feroz disputa que la víctima mantiene con Suplina por el liderazgo de la barra del club.
La justicia de Garantías, a pedido de la UFI N°1 del departamento judicial de Avellaneda-Lanús, a cargo de María Alejandra Olmos Coronel, dispuso dos órdenes de allanamiento. Fueron agentes de la Comisaría 3ª de Dock Sud los que, entonces, irrumpieron en el domicilio de Suplina de la calle Vélez Sársfield y Brandsen, en el barrio porteño de Barracas.
Allí, el personal policial incautó una pistola marca Bersa Calibre .380 -serie número F56090- con siete municiones intactas, banderas, telones, bombos y un redoblante utilizado por la barra del club. Además, secuestró 208.150 pesos y $700 dólares.
En este contexto, la fiscal Olmos Coronel dispuso que se traslade a “Juanchi” a sede judicial para ser indagado. En tanto, el otro allanamiento, realizado en un domicilio de la calle Ayolas al 2600, en la localidad de Dock Sud, arrojó resultado negativo.
Por su parte, efectivos del Grupo Táctico Operativo (GTO) de la Policía Bonaerense se encuentran abocados a dar con el paradero del tirador.
La barra del “Docke”
La barra del “Docke” cobró notoriedad en los últimos años por dos incidentes que conmovieron a la opinión pública: uno fue que velaron en la cancha a los tiros los restos de un hincha que había sido asesinado a sangre fía y el otro fue la emboscada fatal a los simpatizantes de San Telmo que dejó dos muertos.
El crimen de Pablo Barboza, de 24 años, tuvo lugar a fines de mayo de 2019. Al “Peladito”, como lo apodaban, lo mataron de 6 tiros. Trabajaba en una cooperativa de la municipalidad de Avellaneda y su tarea era limpiar y ayudar en lo que se necesitara en el club de sus amores. En ese lugar solía encontrarse a diario desde las 17 y hasta la medianoche. Los días de partido se hacía un dinero extra estacionando los autos en los alrededores del estadio. Esa familiaridad lo llevó a hacerse conocido por todo aquel que frecuentara la cancha, incluida la barra. Pero Barboza no la integraba ni se metía en las internas del tablón.
De acuerdo a la investigación, no fue un asesinato por un tema de barras sino producto de una disputa con otro joven del vecindario, de 19 años, que fue detenido. Y como todos lo apreciaban mucho en el club, decidieron darle el adiós de una manera muy polémica.
El otro hecho ocurrió a fines de noviembre de 2017, cuando los barras de Dock Sud se enfrentaron con los de San Telmo y todo quedó filmado. Las imágenes mostraron cómo integrantes de la hinchada del equipo de la Isla Maciel mataron por error a dos de sus miembros, en un intento por disparar contra la Policía.
Daniel Sánchez, de 28 años, murió en el lugar de los hechos, mientras que Javier Araujo falleció un día después, tras ser operado por un disparo en el abdomen.