Una madre de 46 años y su hijo de 11 fueron asesinados a balazos en una estancia del partido bonaerense de Chascomús. Por el doble crimen buscaban a la pareja y padre de las víctimas, Diego Reddy, que por el momento es el principal sospechoso.
Las víctimas fueron identificadas por la Policía como María Eugenia Suárez e Ignacio Reddy. El hecho se registró en un campo denominado “Los Pinos”, situado sobre el kilómetro 129 de la Autovía 2, en dicho partido del interior de la provincia de Buenos Aires.
Según consignaron la agencia Télam y medios locales, los efectivos policiales acudieron al lugar tras un llamado al 911 que alertó acerca de una persona fallecida. Una vez dentro de la estancia, los agentes hallaron el cuerpo de Suárez en la cocina, mientras que su hijo se encontraba gravemente herido en un galpón. Los dos habían sido atacados a disparos de arma de fuego calibre 22.
El niño fue trasladado de urgencia al hospital “San Vicente de Paul”, donde fue operado. En el centro de salud no lo pudieron salvar y falleció en la madrugada del sábado a raíz de las heridas de bala que sufrió.
Toda la familia tiene domicilio en la ciudad de Dolores. La prensa local consignó que estaban cuidando el campo “Los Pinos”, ubicado en un lugar conocido como camino de “Puerta del Diablo”. Se trata de una zona agreste y de difícil ingreso.
El fiscal Jonatan Roberts, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 10 descentralizada de Chascomús, impartió directivas tendientes a esclarecer el hecho. Por el momento, los investigadores buscaban a la pareja y padre de las víctimas, quien no había sido encontrado aún esta tarde y era intensamente buscado por los uniformados. Tampoco se descartan otras hipótesis sobre el autor del hecho.
En declaraciones a la prensa, el fiscal Roberts descartó que la pareja contase con antecedentes de violencia intrafamiliar o violencia de género. “Quienes los conocían, descartan esa posibilidad. De hecho, nos dijeron que se estaban preparando para pasar las fiestas en un balneario de la zona”, dijo el funcionario judicial.
La causa está caratulada como “homicidio doblemente calificado” y durante la tarde los investigadores profundizaban el rastrillaje con perros rastreadores.