Escalofriante ataque a un mecánico: el motivo sexual, el regreso a la escena y el robo de las cámaras

La Justicia le dictó la prisión preventiva a los imputados por balear en la cabeza a Leonardo Micheli, quien sigue internado en grave estado. Los detalles de la investigación

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Así fue el ataque del mecánico en Temperley

Semanas atrás, Gonzalo R.E.P., alias “Sindi”, un chatarrero de 21 años -acusado de ser el sicario que baleó en un escalofriante ataque al mecánico Leonardo Micheli el 21 de noviembre pasado- contó ante la Justicia que fue amenazado de muerte por Federico G.B., su presunto instigador y cómplice, también preso por el intento de homicidio.

Así justificó por qué le disparó en la cabeza al mecánico. La secuencia del hecho quedó filmada por las cámaras de seguridad de la cuadra. Además, “Sindi” dijo que el plan para matarlo fue ideado por Federico G.B., quien buscaba venganza porque la víctima, supuestamente, habría abusado sexualmente de una familiar suya.

En las últimas horas, en un fallo de 20 páginas al que accedió Infobae, la jueza de Garantías de Lomas de Zamora, Laura Verónica Ninni, convalidó el pedido de prisión preventiva que hizo el fiscal que investiga el caso, Marcelo Domínguez, a cargo de la UFI N°5. Los dos detenidos fueron acusados como coautores del delito de tentativa de homicidio agravado. La jueza les trabó un embargo por más de dos millones de pesos. Micheli continúa internado hasta hoy, con lesiones graves.

En la resolución de la jueza Ninni hay detalles que dejan en claro que el presunto motivo sexual por el cual atacaron al mecánico no es el que “Sindi”, un chatarrero del barrio, afirmó en su confesión.

El fiscal indagó para corroborar la versión de la presunta violación. Domínguez “se entrevistó en consecuencia con familiares de Federico B.G., quienes indicaron que no había ningún pariente que haya sufrido algún abuso sexual”, aseguran fuentes del expediente a Infobae.

Leonardo Micheli continúa internado en grave estado
Leonardo Micheli continúa internado en grave estado

En su fallo, la jueza Ninni fue más allá, en cuanto a la “confesión” de “Sindi”: “Cuesta creer que haya actuado coaccionado, por cuanto, al momento de recibir la presunta orden amenazante de que debía matar a la víctima, era él quien tenía en su poder el arma de fuego, la cual extrajo de sus prendas y, hasta que la víctima se acercó hacia la acera, incluso, la tenía ‘escondida’ en su espalda”, aseveró.

Y consideró que, en ese contexto, “resulta difícil de sostener la idoneidad de la amenaza proferida”. Para concluir: “Bien podía haber optado por hacer caso omiso a la orden homicida, máxime cuando era él quien se encontraba armado, y recurrir en tal caso a las autoridades a denunciar esa presunta amenaza”.

Pero la poca fuerza de la confesión del chatarrero y sicario no fue lo único que se develó en el fallo. También se confirmó que, tal como contó Infobae, Federico G.B. regresó a la cuadra de Iriarte al 1600, en el barrio de Villa Galicia, donde sucedió el ataque, en los días posteriores al hecho.

Las cámaras de seguridad, la clave
Las cámaras de seguridad, la clave

Gerardo Micheli, un hermano de la víctima, declaró conocer a Federico G.B.: “Es el técnico que arregla las cámaras del vecino de su hermano”, afirmó. Luego, relató que lo vio en la cuadra del taller “dos días seguidos, posterior al hecho, a bordo de una camioneta Chevrolet S100 color oscura. “Cuando le fueron a pedir las cámaras a su vecino, no quiso aportarlas y, cuando se presentó el personal policial, se encontraba altamente nervioso, temblaba y estaba pálido, transparente”, relató.

Joel Micheli, otro hermano de la víctima, recordó que el día del ataque también vio a Federico G.B.. Fue momentos después de que se fue la Policía Científica del lugar del hecho que se llevó de la casa los vecinos del mecánico “una caja de color negra y de tamaño chico, similar a un DVR”, el dispositivo que almacena filmaciones en cámaras de seguridad.

Federico G.B, uno de los detenidos y el arma y proyectil secuestrado
Federico G.B, uno de los detenidos y el arma y proyectil secuestrado

El caso

El ataque contra Micheli, amante de los cuatriciclos y areneros, ocurrió en la puerta de su local de la Iriarte al 1600, en el barrio de Villa Galicia el 21 de noviembre la tarde.

La víctima estaba junto a un amigo reparando un escape, cuando salió para atender a las dos personas que habían llegado en moto. Ambos llevaban casco y se detuvieron en la puerta del local, justo detrás de un tráiler que estaba estacionado.

Cuando Micheli se acercó para hablarles y se acomodó sobre el tráiler, el acompañante ya había descendido y estaba parado detrás del vehículo. Así, tomó un arma y le disparó en la cabeza. La secuencia dura menos de 10 segundos. Luego, ambos huyeron a toda velocidad.

Leonardo Micheli, baleado en Temperley
Leonardo Micheli, baleado en Temperley

Los peritos de la Sección Imagen Forense del Instituto de Ciencias Forenses Conurbano Sur analizaron las imágenes de los cinco DVD-R secuestrados en el marco del hecho: hicieron un seguimiento de la fuga, un chequeo de la ropa que usaban el día del ataque y así los atraparon.

Los arrestos de los dos sospechosos ocurrieron una casa de Rafael Calzada, donde se encontró una moto similar a la usada por los atacantes. Las armas las habían descartado en una bolsa de consorcio en la casa de un vecino.

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