Villa Luzuriaga, en La Matanza, fue en la noche del miércoles una vez más el escenario de un violento episodio. Dos ladrones de ruedas intentaron escapar de la policía y fueron parte de una intrépida persecución que finalizó con ellos chocando el auto en el que viajaban y un tiroteo con los agentes que luego los detuvieron.
Pasadas las 23, los dos hombres, a bordo de un Renault Logan blanco, se cruzaron con un patrullero en la intersección de las calles América y Thames. Lejos de intentar pasar desapercibidos, aceleraron a toda marcha, alertando a los policías de la comisaría 3era. de Villa Luzuriaga, que comenzaron a perseguirlos.
Sin prestar atención a las voces de alto, los delincuentes continuaron su escape hasta llegar a Thames y Miguel Cané, donde otro móvil policial lo impactó levemente de frente. Producto del golpe, el Logan dio un trompo y se fue contra la vereda, chocando su parte trasera contra las rejas de una casa.
Como se puede observar en un video captado por las cámaras de seguridad municipales, los sospechosos bajaron inmediatamente del auto y comenzaron a correr. En el parte policial se indica que uno de ellos, mientras huía, disparó al aire con una escopeta, por lo que uno de los agentes respondió al fuego con su pistola reglamentaria.
No duró mucho la carrera de los ladrones, ya que cerca de allí, en Miguel Cané y Alcorta, fueron reducidos por los policías. Ya no tenían la escopeta, la habían descartado en el camino. Si bien el Logan blanco no tenía pedido de secuestro, en su interior se hallaron dos cubiertas, ambas de la marca Peugeot, por lo que se infirió que los aprehendidos, José Luis Sandoval (32) y Brian Nicolás Vargas (34) -ambos sin antecedentes penales-, se dedicaban a robar ruedas de autos estacionados.
Dentro del vehículo también se encontró un cartucho calibre 13mm detonado, de color azul, presumiblemente de la escopeta descartada.
“Habrá sido a las 11.45 de la noche. Justo me iba a dormir y escuché un temblor. Después escuché como 10 tiros, fácil. Me asomé por la ventana y veo que hay un auto acá. Parece que los venían siguiendo porque venían robando y el auto impacta en la puerta de la casa”, relató ya en la mañana de este jueves Mónica, una vecina del barrio, en declaraciones a TN.
Interviene en la investigación la fiscal Analía Córdoba, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 de La Matanza, quien indagará a los dos detenidos en las próximas horas.
Más temprano, un brutal robo a una maestra en Villa Luzuriaga
Una maestra que se dirigía al jardín de infantes donde trabaja en Villa Luzuriaga, partido bonaerense de La Matanza, fue víctima de un violento robo el miércoles a la mañana, cuando fue interceptada por tres delincuentes a bordo de una moto. Al resistirse a que le quitaran sus pertenencias, los ladrones la arrastraron por el asfalto y la golpearon con un palo de madera.
Fuentes policiales precisaron que el hecho se produjo cerca las 8 de la mañana, en el cruce de las calles Granaderos y Pasteur, cuando la víctima caminaba hacia su lugar de trabajo, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae.
Una cámara de seguridad logró captar la secuencia completa. De un momento a otro, se observa que tres ladrones a bordo de una moto rodado 110 color blanco la sorprendieron y la atacaron de manera feroz. En las imágenes se observa cómo la mujer fue arrastrada varios metros para lograr sacarle el bolso de tela que llevaba encima.
Mientras la joven forcejeaba con el delincuente para impedir el robo, se observa cómo uno de los motochorros le pegó en reiteradas oportunidades en sus piernas con un palo de madera. La docente, mientras tanto, hacía todo lo que estaba a su alcance para cubrirse de las agresiones.
A pesar de los gritos desesperados y de resistirse, los ladrones lograron su cometido y se llevaron la cartera de la maestra para luego darse a la fuga.
Luego de que escapan, la joven se levantó y fue hasta la esquina de la intersección con la idea de pedir ayuda ya que estaba severamente golpeada.
Al presentar la denuncia correspondiente, la víctima estimó que sus atacantes tendrían “entre 12 a 14 años”, pero no pudo dar detalles de sus facciones ni de las prendas de vestir que llevaban al momento del robo. Mientras se protegía de los golpes que recibió, la maestra sólo divisó que vestían “camperas y pantalones”, según afirmaron fuentes del caso.