Detuvieron a otro de los prófugos de la comisaría 21ª de Rosario

El operativo para relocalizar a los detenidos que escaparon de la dependencia policial el jueves pasado continúa en proceso

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Luego de que denunciaran la fuga masiva de la comisaría 21ª, ubicada en la zona sur de Rosario, la Policía confirmó la detención de uno de los evadidos que participaron del escape. De esta manera, serían siete las personas restantes que continuarán siendo buscadas por la Justicia.

El fugitivo, identificado como Facundo Barrios, fue reportado por una persona anónima que se comunicó con la central de emergencias 911 durante la tarde del martes. El reo se encontraba en las inmediaciones de Avenida San Martín y Regimiento 11 después de que fuera señalado por vestir una camiseta de fútbol del club español Barcelona y una gorra negra.

Frente a la descripción ofrecida, los agentes policiales procedieron a pedirle su identificación y posterior aprehensión de Barrios, debido a que éste se había negado a contestar las preguntas que le realizaban. Por el momento, ya son 18 los presos que fueron recapturados desde que se inició la búsqueda exhaustiva.

Según la información publicada por Rosario 3, los nombres de los prófugos que quedarían por ser atrapados son: Lautaro Alegre, detenido por venta de droga en agosto; Maximiliano Encina, detenido por portación ilegítima de arma de fuego en noviembre; Jonatan Mansilla, detenido por violación de domicilio en diciembre; Martín Mansilla, detenido por amenazas calificadas y portación de arma de fuego en octubre; Alan Pacheco, detenido por portación ilegítima de arma de fuego en noviembre; Juan Manuel Palacio, detenido por robo calificado en julio; y Marcos Oscar Suárez, detenido por tres robos consumados.

Barrios fue el recapturado número 18 del operativo de seguridad (Gentileza Rosario 3)
Barrios fue el recapturado número 18 del operativo de seguridad (Gentileza Rosario 3)

Los nombres que trascendieron de los hombres que eran buscados por la Justicia y que fueron recapturados en los últimos días fueron Nelson Germán Chieu, Leandro Ezequiel Sanche, Nahuel José Meza, Matías Ezequiel Godoy, Ezequiel Jesús Cueva, Raúl Hilario Lugo, Jonatan David Silva y Claudio Silvio Noriega. Asimismo, informaron que los cargos que poseían la mayoría estaban relacionados a delitos como robo calificado, encubrimiento, violación de domicilio, portación ilegal de arma de fuego y amenazas calificadas.

El último prófugo que había caído, previa la detención de Barrios, fue Matías Ezequiel Godoy durante la jornada del sábado. En esta oportunidad, el reo fue detenido en las inmediaciones del Puerto General San Martín. Además, se conoció que éste había sido aprehendido por presuntamente haber efectuado amenazas.

La fuga ocurrió cerca de las 5 de la mañana del jueves pasado, cuando todos los detenidos que se encontraban alojados en la comisaría 21ª, situada en la calle Arijón al 2300, se escabulleron sin que los efectivos de turno lo notaran. Aparentemente, la hipótesis más fuerte planteó que los reclusos habrían forzado una puerta trasera de la unidad y se habrían subido a los techos de las casas vecinas.

Por otro lado, remarcaron que no se trató del primer escape de presos realizados en esta seccional, ya que el pasado 9 de julio otros seis reclusos se dispusieron a limar los barrotes ubicados en la parte superior del baño, por donde habrían de treparse para escapar por los techos.

Aún quedan siete prófugos en libertad (Captura de Google)
Aún quedan siete prófugos en libertad (Captura de Google)

Por este motivo, la sobrepoblación penitenciaria fue señalada como una de las problemáticas a tratar por la nueva gestión del gobierno provincial. Hasta el momento, se ordenó trasladar a unos 86 reclusos alojados en las seccionales 12ª, 15ª y 32ª al Servicio Penitenciario, luego de que el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, sufriera amenazas a principios de diciembre.

En paralelo, el mandatario santafesino anticipó una reforma en materia de seguridad pública y control penitenciario que inauguró con la restitución de los pabellones de alto perfil para jefes narcos y sicarios en la Unidad Penitenciaria 11 de Piñero. Además, suspendió el ingreso de alimentos enviados por los familiares de los reos.

“Va a permitir tener mayor control de estos reclusos”, explicó el jefe de Estado provincial al remarcar que “el objetivo es que desde los penales no se cometan delitos; esto significa que si ese preso cometió un delito grave desde la cárcel, va a hablar con sus familiares y abogados a través de un blindex y va a estar monitoreado las 24 horas”.

En cuanto a la medida que adoptarán para evitar que los presos puedan tener comunicación con el exterior por medio de dispositivos electrónicos, el gobernador anunció: “Vamos a volver a instalar los inhibidores que están, y no los vamos a bajar más”.

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