El capo narco Julio Andrés “El Peruano” Rodríguez Granthon recibió una pena unificada de 21 años de prisión luego de ser juzgado tras el operativo “Cuevas blancas” de 2021, que develó el funcionamiento de la organización que lidera en Rosario.
El fiscal Federico Reynares Solari, junto a la PROCUNAR, lo acusó de haber liderado una estructura que comerció estupefacientes en la zona Oeste de la ciudad y que, de forma periódica, cambió la recaudación de los búnkeres a dólares en una cueva situada en el centro que operaba Gustavo Pedro Shanahan, ex titular de la Terminal Puerto Rosario.
En pleno debate, el narco citó Javier Milei para justificar sus operaciones en dólares. El ahora Presidente había dicho el 9 de octubre pasado, cuando aún era candidato, que “el peso argentino no sirve ni como excremento”.
“¿Usted no escuchó lo que dijo Milei? El peso argentino es excremento, cualquiera con dos dedos de frente ahorra en dólares”, expresó de forma virtual en una de las audiencias, desde el penal de Marcos Paz, donde está alojado.
El Tribunal Federal Oral N°3 lo condenó por considerarlo organizador del tráfico de estupefacientes, en la modalidad de comercio de estupefacientes, agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada para cometerlo. Los jueces Osvaldo Facciano, Mario Gambacorta y Eugenio Martínez le dieron 10 años por este delito, aunque la pena se unificó a una sentencia previa, de 15 años.
Además, el Tribunal lo inhabilitó hasta el tiempo que dure la condena. Granthon, de nacionalidad peruana y 30 años de edad, es piloto de aviones comerciales y, en los últimos años, escaló en la cadena narco, luego de proveer cocaína a Los Monos y a Esteban Alvarado, entre otros grupos. Luego, comenzó a tomar el control del territorio en barrios como Villa Banana.
Shanahan, contador público y asesor financiero de empresas, también fue condenado, en su caso, a siete años de cárcel e inhabilitación hasta agotar el tiempo de la pena. En tanto, Alfonso Sebastián Sciortino recibió 6 años; Juan Román González, 3 años, al igual que Gustavo Báez Aguilar. El Tribunal ordenó la inmediata libertar de ambos.
Por último, fue absuelto Néstor Alfredo Ciotti, un químico industrial y presidente de una cooperativa de trabajo láctea que había sido involucrado en la causa.
De acuerdo a la investigación, la estructura de Rodríguez Granthon llevaba cotidianamente los pesos recaudados en los kioscos de droga de la zona de Villa Banana, en la zona Oeste de Rosario, a la financiera situada en España al 800 de Shanahan, a quien apodaban El Bolsero en las conversaciones telefónicas. Allí, el narco descargaba de dinero argentino en bolsos y mochilas para luego llevarse el monto equivalente en dólares.
En la causa todavía hay varios prófugos. Es que los allanamientos hechos por la División Antidrogas de la Policía Federal de Rosario fueron precipitados porque presuntos soldaditos balearon a un agente encubierto que hacía tareas de inteligencia en Villa Banana. Sin embargo, se secuestraron 4,5 kilos de cocaína, prensas neumáticas, siete pistolas, un revólver, escopetas, carabinas, 2.500 cartuchos de distintos calibres, 34 millones de pesos y 30.572 dólares.
Pese a estar preso, fuentes del caso indicaron a Infobae que la célula de “El Peruano” continúa en funcionamiento con su liderazgo. Incluso, calculan que gana 200 mil dólares por mes con la distribución y venta de cocaína en Rosario.
Las condenas previas de Granthon: “Coronas blancas” y el homicidio de un concejal
Rodríguez Granthon ya contaba con dos condenas por venta de droga. La primera fue a 10 años y se la dictaron el 12 de agosto de 2021 por haber liderado la estructura que operaba cocaína de máxima pureza en Rosario y en la región, cuyo operativo mediáticamente se dio a conocer como “Coronas blancas”.
La otra sentencia en su contra fue en octubre, cuando en un abreviado el Tribunal Oral Federal N° 2 de Rosario le dio 12 años de cárcel que concluyeron en una pena unificada de 15 años en total.
En paralelo, está imputado por la Justicia provincial por dos causas: una, como presunto jefe de una violenta asociación ilícita, y otra por una, supuesta, participación secundaria en el homicidio del ex concejal Eduardo Trasante, que fue ejecutado a tiros en su casa de San Nicolás al 3600.