El cocinero preso por haber descuartizado a su padre, un jubilado de 83 años cuyos restos fueron hallados dentro de una valija en una plaza y en una casa de la localidad de Valentín Alsina, en Lanús; admitió haber desmembrado a su padre para “seguir cobrando la jubilación”. Sin embargo, aseguró que ya había muerto cuando lo hizo, por lo que el fiscal de la causa aguardaba la autopsia para confirmar si se trató de un homicidio. El acusado recién este miércoles será indagado, según pudo saber Infobae.
Una fuente de la investigación aclaró que a la agencia de noticias Télam que Alexis Duilio Pachu (46) realizó esa confesión espontánea y sin validez legal cuando fue detenido en la casa de la calle Farrel al 400, donde se halló evidencia del desmembramiento de Atilio Pachu (83).
El investigador consultado reveló, de esta manera, que el imputado dio a entender que él no lo asesinó, sino que su padre tuvo una muerte natural.
Esta mañana, el fiscal Martín Rodríguez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de Lanús, confirmó que durante el allanamiento que se hizo esta Navidad Pachu “realizó una autoincriminación espontánea”, aunque no quiso brindar detalles sobre sus dichos.
Por ello, el fiscal adelantó que planeaba tomarle en las próximas horas declaración indagatoria al imputado bajo la imputación de un “homicidio agravado por el vínculo”. En esa instancia, Pachu puede repetir la confesión o, por el contrario, negarse a declarar. Será este miércoles.
El fiscal también anticipó que le iba a solicitar al juez de Garantías, Esteban Baccini, que “convierta la aprehensión del hijo en detención formal”. A la vez, Rodríguez espera el resultado de una pericia clave en el caso: la autopsia, que determinará la data y causas de muerte.
“El médico que tuvo contacto con todas las partes del cuerpo no vio a simple vista ninguna lesión extra que los cortes producto de la mutilación del cuerpo, pero como todo se mandó a analizar a la morgue en el estado en el que se encontró, hay que esperar qué encuentran los forenses”, explicó el fiscal.
El representante del Ministerio Público comentó que el médico notó que el cuerpo del jubilado “tenía la apariencia de estar deshidratado, desnutrido y con signos de haber estado postrado en una cama”, y que los vecinos interrogados este lunes dijeron que “desde septiembre que no veían a la víctima”.
A la vez, el fiscal afirmó que los peritos que trabajaron en las escenas primaria, o sea la casa, y secundaria (la plaza del hallazgo de la valija) del crimen especularon que la muerte pudo haber sido en Nochebuena, ya que “por la rigidez cadavérica aún no instalada, calcularon una data de muerte preliminar en seis horas previas al hallazgo, que fue alrededor de las 4 de la mañana del lunes”.
Rodríguez aseguró que “hay mucha evidencia contra el detenido” y en ese sentido destacó: “Una gran cantidad de videos con los que reconstruimos como salió de la casa y dejó la valija en la plaza”. También mencionó que, “cuando se ingresó a la casa, dormía agarrado de un cuchillo ensangrentado”.
Además, comentó que “se deshizo de la ropa ensangrentada de su padre en un cesto de basura”, que “se cambió la remera y la bermuda con la que quedó filmado llevando el cadáver y las dejó en el lavadero” y, por último, que “dejó en el freezer de la heladera la cabeza y el pie con la tibia y peroné de la víctima; y en una bolsa en el lavadero, las manos que le faltaban al cadáver hallado en la valija”.
Sobre el estado de salud mental del imputado, el fiscal comentó que “será una futura pericia psicológica y psiquiátrica obligatoria la que determine si comprendió y dirigió sus acciones”. Y confirmó que el propio acusado “dijo que trabajaba como cocinero cuando explicó que por su trabajo tenía cortada una de sus manos”.
Por último, Rodríguez anticipó que después de la indagatoria está analizando delegar la causa a sus colegas Oscar Maidana y Mariela Montero, de la UFI 8 de Violencia Familiar y de Género de Lanús de Género y Familiar. “Estamos ante un claro hecho de violencia y maltrato intrafamiliar”, señaló al respecto.
El caso
El hecho fue descubierto minutos después de las 4.20 de la madrugada de Navidad, en una plaza ubicada en la esquina de República Argentina y Paso de la Patria, donde un vecino observó una valija negra de grandes dimensiones que contenía parte de un cadáver.
Ante esta situación, alertó a la policía. Los uniformados preservaron la escena y se convocaron a los peritos de la Policía Científica que determinaron que se trataba del cuerpo incompleto de un hombre mayor, delgado y al que le habían amputado la cabeza, las manos y parte de la pierna derecha.
Tras el hallazgo, los investigadores analizaron las imágenes de las cámaras de seguridad de los alrededores y establecieron que la valija fue arrojada en la plaza alrededor de las 2.40.
Luego, reconstruyeron el recorrido que hizo bajo la lluvia el hombre en remera, bermuda y gorra que trasladó la valija. De esta manera, llegaron a un complejo de dúplex en la calle Farrel, a unos 250 metros de la plaza, donde detuvieron al cocinero Pachu y establecieron que la víctima era su papá.