La Justicia imputó a tres hombres, que ya se encontraban detenidos en Rosario por delitos graves, por el crimen de una adolescente de 16 años que fue acribillada a balazos por los sicarios el año pasado. Los investigadores pudieron conocer que se trató de una muerte por encargo, en venganza por un ataque anterior.
Se trata de Gonzalo Ezequiel Villalba, de 23 años; Franco Darío Aguiar, de 30; y Nicolás Daniel Spalleta, de 30, quienes fueron detenidos horas después del crimen de Candela Berenice Romero, pero por otro delito.
El crimen ocurrió a principios de noviembre de 2022, cuando los sicarios iniciaron su noche delictiva con el asesinato de Romero, que fue acribillada cerca de la medianoche en una vivienda ubicada en la calle Achira, a dos cuadras y media del Mercado de Concentración de Fisherton. El cuerpo tenía dos heridas de arma de fuego en el cráneo, dos en el brazo derecho, uno en el cuello y otro en la espalda.
De acuerdo con el expediente al que tuvo acceso Infobae en su momento, los peritos forenses incautaron 14 vainas servidas que estaban en distintas partes de la casa de la víctima. Ocho balas estaban en el dormitorio y otras cinco en el patio delantero, se halló una en la vereda. Los sicarios que mataron a la adolescente llegaron y se fueron.
Luego, se dirigieron a la calle 1707 al 7700, donde perpetraron un ataque a tiros contra una vivienda. De esta manera, se dieron a la fuga a bordo de un Ford Fiesta gris, pero al llegar al Pasaje 1709 y Colombres fueron interceptados por el Comando Radioeléctrico (CRE). Desde entonces, permanecen detenidos e imputados por el delito de abuso de armas. Sin embargo, recién ahora la Fiscalía avanzó con la acusación por su vinculación con el asesinato de Romero.
Según la información del medio local Rosario3, los investigadores consideran que ambas secuencias fueron parte de un mismo raid delictivo, que comenzó una semana antes con el asesinato del tío de la víctima. Se trata de Mario Alejandro Martínez, de 37 años, quien fue asesinado de ocho disparos en un pasillo del complejo Fonavi de la calle Carranza al 800. El hombre se dedicaba al narcomenudeo, tal como precisaron los vecinos al diario La Capital.
Los peritajes realizados sobre las pistolas y las vainas secuestradas en los tres hechos arrojaron que se utilizó la misma arma en cada uno de los crímenes mencionados, mientras que otra fue utilizada en otros dos hechos.
Todo habría sido encargado por un recluso que no ha podido ser identificado. Desde la Fiscalía, sostienen que el crimen de Candela estaría vinculado con el intento de homicidio que había sufrido horas antes Maximiliano “Papu” A., novio de la joven, quien también estaba vinculado con la narocriminalidad. El chico entró al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) con un disparo en el abdomen, dos en el tórax, uno en el brazo derecho y uno en el cráneo.
En este contexto, la fiscal Marisol Fabbro acusó a Aguiar, Spalleta, Villalba de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por promesa remunerativa y agravado por el uso de arma de fuego. En consecuencia, el juez Hernán Postma dictó una prisión preventiva en su contra.
La cuadra en la que tuvo lugar la muerte de Candela Romero no era desconocida para la subcomisaría 22ª. En 2018, ese domicilio de Achira al 600 había sido allanado por la Policía de Investigaciones por una causa que encabezó la fiscal federal Adriana Saccone. En aquel operativo, difundido por el Ministerio de Seguridad de Santa Fe, se bautizó a la presunta estructura investigada como “La banda del mercado” en alusión al Mercado de Concentración de Fisherton. Además, era el domicilio de su tío que figuraba en el padrón.