Para atrapar a Diego Correa, el prófugo detenido ayer por el crimen de Gabriel Izzo, el empresario asesinado brutalmente el 9 de junio pasado en Padua, los investigadores de la UFI N°5 de Morón realizaron 39 allanamientos, pero el joven de 25 años con un prontuario de robos resultó muy escurridizo. Fuentes del caso indicaron a Infobae que se sospecha que varios barras de Excursionistas y Sacachispas le habrían dado cobertura para evitar a las autoridades.
Correa fue capturado San Martín. No lo detuvieron en una redada planificada, sino en un operativo policial abocado a la búsqueda de un auto que había sido visto en diferentes robos en la zona.
El evadido, al ver los patrulleros de la Policía Bonaerense, aceleró el Toyota Etios blanco que conducía. La persecución a toda velocidad se extendió por más de 30 cuadras hasta que chocó con una parada segura, sobre la calle San Lorenzo al 2100, en pleno centro de San Martín. El prófugo no tuvo otra alternativa que salir del auto y correr.
No logró ir demasiado lejos. Los uniformados lo alcanzaron y le pusieron las esposas. Toda la secuencia quedó registrada por las cámaras de seguridad municipales.
El fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción N° 5 de Morón, Claudio Oviedo, lo indagará en el mediodía de hoy miércoles por los delitos de robo agravado por el empleo de arma de fuego, portación ilegal de arma de guerra y homicidio criminis causae. También, por la tentativa de asesinato de la esposa de Izzo, que resultó gravemente herida en el asalto.
Hay otros tres detenidos en el caso: sonn Jonatan Ricardo González (30), alias “Monarca” , Brígido Ricardo Achucarro González (32), alias “El Paraguayo” y sindicado como el presunto autor de los disparos contra el comerciante; y Gustavo Mac Dougall (49).
Además, Walter Rodríguez Sierra (53), apodado “El Uruguayo”, se encuentra imputado como partícipe necesario del hecho, ya que era el dueño del automóvil Volkswagen Gol de color gris utilizado por los asaltantes para cometer el hecho, aunque se encuentra en libertad.
Con la detención de Correa, solo queda un prófugo en la causa: se trata de Víctor Ricardo Martín Fernández Galarza, por quien el Ministerio de Seguridad bonaerense ofrece una recompensa de dos millones de pesos por datos que permitan atraparlo.
Así fue el crimen de Gabriel Izzo
Izzo fue asesinado en la madrugada del 9 de junio durante un robo a su casa, ubicada sobre la calle Italia, a pocas cuadras de la estación de trenes de San Antonio de Padua, donde el comerciante y dueño de un aserradero, vivía con su esposa Silvia Petinari, hija del propietario de una empresa dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques en Merlo.
De acuerdo a la investigación, al menos cinco delincuentes llegaron hasta el domicilio a bordo de un Volkswagen Gol gris y cuatro de ellos forzaron una persiana de madera tipo americana de la casa para ingresar y sorprendieron al matrimonio.
El empresario se despertó al escuchar ruidos y tomó dos armas que guardaba en su habitación -una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38-, y se enfrentó con los delincuentes, quienes le dispararon y apuñalaron.
Su esposa fue apuñalada, golpeada, perdió un ojo y estuvo internada 18 días. En la vivienda también se encontraba la madre de la mujer herida, quien resultó ilesa, ya que no salió de la habitación.
Correa fue identificado por sus huellas dactilares que estaban en la puerta del Gol que fue encontrado en la pizzería “Lo De Cata” de Castelar Sur, el principal aguantadero de los sospechosos.