La calma característica de Alvear, localidad ubicada a 14 kilómetros de Rosario, fue interrumpida en la madrugada de este martes cuando un grupo de sicarios disparó contra la farmacia del jefe comunal Carlos Fabián Pighin, que vive en la parte trasera de la propiedad.
Los sicarios no dejaron una nota, tal como en otros atentados en tiempos recientes, según confirmaron fuentes del caso a Infobae. Sin embargo, hay una sombra temible en la zona. En octubre pasado, el Ministerio Público de la Acusación había ventilado escuchas telefónicas entre Cristian Nicolás “Pupito” Avalle –alojado en el penal de Ezeiza, donde está condenado por robo, imputado como miembro de segunda línea de Los Monos– y uno de los presuntos integrantes de su organización. En esos audios, hablaban de desembarcar en Alvear para realizar extorsiones y quedarse con el negocio de las tareas que realizan las cooperativas.
“Llama la atención. No tuvimos ningún aviso previo. A eso de las 2 de la madrugada escuchamos detonaciones afuera de mi casa y ruido a vidrios. Yo tengo la farmacia en mi casa, está en la parte delantera. Me levanté, miré y estaba perforada la cortina y estaban rotos los vidrios”, comentó a Radio 2 Carlos Pighin.
De acuerdo al trabajo llevado a cabo por la Policía de Investigaciones, el Comando Radioeléctrico y personal de la subcomisaría 8ª, dos disparos entraron al inmueble situado en San Martín al 2300. Uno dio en el living de la casa y otro en la farmacia. En el lugar, peritos forenses incautaron seis vainas servidas calibre 9 milímetros.
“Esto tiene que ver conmigo, es evidente. Nos ponemos a disposición para esclarecer el hecho”, dijo el dirigente político.
En octubre pasado, en una extensa audiencia imputativa, un equipo de nueve fiscales acusó a la estructura delictiva liderada Avalle desde el penal de Ezeiza. Durante las jornadas que demandó el ofrecimiento de los indicios probatorios, los funcionarios judiciales reprodujeron diálogos telefónicos mantenidos por “Pupito” con su supuesta mano derecha Jonatan “Jano” Fernández, a quien le atribuyeron ser uno de los organizadores de los delitos ordenados por el preso. En esas charlas, que datan de julio pasado, hablan sobre gestionar reuniones con algún postulante a jefe comunal de Alvear.
Según las conversaciones telefónicas que se dieron a conocer, Fernández le dice a Avalle que el precandidato que conocen había perdido en las PASO, aunque evita dar nombres de personas y de espacios políticos. Ante esa situación, “Pupito” le explica: “Queremos plantar bandera. Hay un montón de cosas para hacer ahí”.
Consultado sobre esa referencia cercana en el tiempo, Pighin señaló que le había causado sorpresa esos diálogos, y añadió: “Jamás se reunieron conmigo. En ese caso hablaban de reuniones con la oposición, que había perdido la elección. No tuve relación ni trato con esa banda que salió en las noticias”.
La pista de los sospechosos, o a qué se debe el ataque, se vuelve difusa. “Hay cámaras en mi casa, en el comercio, y en toda la jurisdicción. Acá no dejaron cartel. No dejaron absolutamente nada”, finalizó Pighin en sus declaraciones radiales.