La Pampa, enviado especial.- Este martes se reanudó el juicio contra la jueza de La Pampa Ana Clara Pérez Ballester y la asesora de menores Elisa Alejandra Catán por presunto mal desempeño en la tramitación de los expedientes por la tutela y el cuidado personal de Lucio Dupuy, el niño de 5 años que fue asesinado por su madre y la pareja de ella en noviembre de 2021.
Para hoy fueron programados los alegatos de cierre, pero antes hubo un careo entre Ramón, el abuelo paterno de Lucio y la ex abogada de los Dupuy, Adriana Mascaró, quien había sido contratada por Ramón para asesorar a la tía política del niño, Leticia Hidalgo, cuando se firmó el acuerdo de cuidado personal con la madre del niño, Magdalena Espósito Valenti, para que volviera a tener a su hijo.
El abuelo de la víctima y la letrada intentaron clarificar algunas discrepancias que surgieron en sus declaraciones en el inicio del juicio. Aquella vez, el abuelo manifestó: “A Mascaró le mostramos un montón de pruebas. Fotos donde ellas hacían cosas delante de Lucio, de plantas de marihuana en macetas, de chats con agresiones a Christian (Dupuy, padre de Lucio)… Todo eso no sirvió para nada. Esas pruebas Mascaró se las llevó a la jueza Pérez Ballester y nos dijo que la jueza le había manifestado que (Lucio) no iba a estar mejor que con la mamá”.
La abogada, en cambio, al ser interrogada sobre ese punto, aseguró: “Jamás me entregaron eso… Si hubiera sido así, jamás hubiera aceptado que se firmara el acuerdo”. También negó que haya expresado que no podían ir contra la madre. “Solo recibí una foto, que me mandó Leticia, porque la mamá le había hecho a Lucio un corte de pelo raro. Pero eso no era para sospechar sobre una situación de riesgo”, insistió.
El procedimiento comenzó pasadas las 8.30, ante la mirada de Pérez Ballester, quien junto a su abogado particular fue la primera en presentarse en el recinto de la Cámara de Diputados donde se desarrolla el debate.
Aquí, el diálogo entre Dupuy y Mascaró:
— Ramón Dupuy: No podés decir eso, le dijo el abuelo luego de que se repasaran los dichos en la audiencia del martes pasado.
— Adriana Mascaró: Primero, te acordás que fuiste a mi casa llorando con Cinthia (Dupuy, tía de la víctima).
— RD: No, fui con Maxi (Dupuy, tío de la víctima).
— AM: Fuiste a mi casa y nunca me llevaste nada.
— RD: No podés decir eso.
— AM: Te voy a hacer una pregunta: las fotos que supuestamente me entregaste, ¿de cuando son? ¿De qué fecha?
— RD: Esas fotos son bajadas de las redes sociales, no sé de qué fecha.
— AM: Entonces, no podés decir que me llevaste a mí esas pruebas, si Lucio ya estaba con su mamá y yo ya no trabajaba para ustedes.
— RD: Te llevé las fotos en una carpetita transparente, eran seis o siete hojas.
— AM: ¿Cómo me vas a decir que me diste unas fotos de Lucio con plantas de marihuana que le sacaron en la casa de la madre cuando yo ya no estaba en ese momento trabajando con ustedes?, insistió la abogada.
— RD: ¿Cómo que no? Si eso fue una semana después de que se trajeran a Lucio (en referencia al momento en que Magdalena se llevó a su hijo desde General Pico a Santa Rosa), le replicó el abuelo.
— AM: Ustedes fueron a casa diciendo que la madre había venido a buscar a Lucio y que no se lo podía llevar porque había restricción de circulación (por la pandemia). En ese momento había una disposición nacional que decía que los chicos que tenían régimen comunicacional con los padres, estaban exceptuados de esa restricción. Entonces, yo les ofrecí acompañar a la comisaría a ella (Leticia Hidalgo) y Maxi para hacer la denuncia para que trajeran a Lucio de vuelta a Pico.
— RD: No dijiste eso. Dijiste que no se podía circular, que ella había conseguido algún permiso. Y yo te pregunté: ¿Cómo le permiten ir a buscarlo y no circular para traerlo?... No distorsiones las cosas.
Posteriormente, Ramón le reprochó a Mascaró que “la jueza dijo que la madre era la madre y no se podía hacer nada”. La letrada volvió a negarlo. “Estás mintiendo totalmente”, lanzó el abuelo. El entredicho continuó con el tono elevado de ambas partes, sin llegar a ninguna coincidencia. Y el eje de la discusión otra vez fue en torno a las evidencias de los maltratos a Lucio.
— AM: Jamás me diste pruebas ni la carpeta.
— RD: No podés decir eso, Adriana. No mientas.
— AM: Si vos realmente pensaba que tu nieto corría peligro, ¿por qué no llevaste esas pruebas a la comisaría? (...) Tampoco jamás me hiciste una denuncia en el Colegio de Abogados por mi actuación
— RD: Yo iba a ser adivino de lo que iba a pasar. No te denuncié por la amistad que teníamos.
— AM: Y por eso te atendí en mi casa, cuando no lo hago...
Lo último que voy a decir: entiendo lo que causó la muerte de Lucio, pero eso no te da derecho. Un año y medio pasó (desde que se firmó el acuerdo de cuidado personal hasta el crimen) y querés hacer responsable a personas que no tienen nada que ver.
— RD: Ah… ¿nosotros somos los asesinos de Lucio? ¡Ustedes tienen la culpa! Lucio está muerto por tu culpa, por la culpa de la jueza y de la asesora, dijo señalándolas.
— AM: Quiero aclarar que si hubiese tenido esa prueba, nunca hubiera firmado ese convenio, dijo la abogada al finalizar.
— RD: Te las entregué, respondió el abuelo.
Antes de que concluya el careo, Ramón pidió la palabra y expresó: “Acá parece que nosotros fuésemos los culpables de la muerte de Lucio. Nosotros no somos asesinos. Lucio pasó cuatro años felices con nosotros”.
Luego del procedimiento, el tribunal dispuso un cuarto intermedio de media hora. La audiencia se retomó con los alegatos. De un lado está el procurador general subrogante, Guillermo Sancho –reemplazó al titular, Mario Bongianino, quien se excusó después de ser recusado por Catán–. Del otro, el abogado particular de Pérez Ballester, Pablo Rodríguez Salto, y la defensora general Carina Ganuza junto a la defensora oficial Ana Carolina Díaz, en representación de Catán.
El jurado que lleva adelante el debate está conformado por Fabricio Luis Losi, presidente del cuerpo y del Superior Tribunal de Justicia; las diputadas provinciales María Silvia Larreta y María Andrea Valderrama Calvo; y las abogadas por la matrícula, Silvina María Garro y María Natalia Gaccio, quien fueron designadas a través de un sorteo.
El veredicto, que podría resultar en la destitución de las funcionarias, se espera para este viernes.