Esta mañana se desarrolló en la Cámara de Diputados de La Pampa la cuarta jornada del juicio político contra la jueza de Familia, Ana Clara Pérez Ballester, y la asesora Elisa Alejandra Catán, por el presunto mal desempeño en la tramitación de los expedientes por la tutela y el cuidado personal de Lucio Dupuy, el niño de 5 años que fue asesinado por su madre y la pareja de la misma el 26 de noviembre de 2021.
Durante la audiencia se escucharon los últimos tres testimonios y se incorporaron por lectura pruebas documentales y fílmicas.
Con las declaraciones testimoniales de hoy, concluyó la ronda de 33 testigos que desfilaron frente al Jurado de Enjuiciamiento durante esta semana. Las defensas desistieron del resto de los testimonios que estaban previstos originalmente.
El debate continuará el próximo martes por la mañana con un careo entre Ramón Dupuy, el abuelo de Lucio, y Adriana Mascaró, la abogada que fue contratada por él y que asesoró a la tía política del niño, Leticia Hidalgo, cuando firmó el acuerdo de cuidado personal con la mamá del menor, para que volviera a tener a su hijo. El viernes 22 se dictará el veredicto.
El careo se solicitó por lo declarado en el proceso por el abuelo del chico. “Yo contraté a (la abogada Adriana) Mascaró para que Lucio retornara a su centro familiar, paterno y materno, porque eso se demoraba mucho y porque sospechábamos que se lo traerían a Santa Rosa. A Mascaró le mostramos un montón de pruebas. Fotos donde ellas hacían cosas delante de Lucio, de plantas de marihuana en macetas, de chats con agresiones a Christian… Todo eso no sirvió para nada. Esas pruebas se las llevó a la jueza Pérez Ballester”, explicó Ramón Dupuy. Sin embargo, no pudo confirmar que fehacientemente llegaron a manos de la magistrada.
La abogada, en cambio, al ser interrogada sobre ese punto, afirmó que “jamás le entregaron eso”. En ese sentido, dijo: “Si hubiera sido así, jamás hubiera aceptado que se firmara el acuerdo”. Mascaró también negó que haya expresado que no podían ir contra la madre.
“Solo recibí una foto, que me mandó Leticia, porque la mamá le había hecho a Lucio un corte de pelo raro. Pero eso no era para sospechar sobre una situación de riesgo”, aseveró.
Los últimos testigos
La ronda de testigos culminó con la declaración de María del Carmen García Fava, coordinadora provincial del Centro Público de Mediación y Resolución Alternativa de Conflictos Judiciales.
La mujer dio detalles de cómo son las entrevistas de admisión de la mediación, donde en las causas de familia se tratar de armar el genograma familiar, una especie de árbol genealógico en el que busca conocerse la estructura de la familia.
También indicó que a través de esas preguntas pueden detectarse situaciones de violencia o maltratos. El organismo no cuenta con equipos técnicos. “Nadie avanza en una mediación si alguien no quiere. Incluso si el mediador observa posibles situaciones de vulnerabilidad puede cerrar la mediación”, manifestó.
“Los acuerdos totales no se reabren. En esos casos pedimos que abran otro expediente. En cambio los acuerdos parciales o a términos sí se reabren. No obstante, la gente puede recurrir a la mediación todo el tiempo”, agregó.
“Los niños, en general, no participan de las mediaciones. De 20.000 mediaciones, pudieron venir cuatro o cinco niños o niñas”, detalló la funcionaria, quien además dijo que “los mediadores no deciden demasiadas cosas”.
Al respecto, dijo: “Las decisiones las toman entre las partes. Si se llega a un acuerdo es porque las partes que estaban en la mesa acordaron algo. En diez años que llevo en la mediación solo una vez vino una niña de cinco años; los otros niños o niñas fueron mayores”, respondió García Fava ante una pregunta de la diputada Larreta.
También declaró Celia Marina Assel, mediadora en Santa Rosa. La testigo actuó, en medio de la pandemia, ante un pedido de Espósito Valenti para que Christian Dupuy, padre de Lucio, cumpliera con el pago de la cuota alimentaria.
“Fue un acuerdo sin demasiada oposición. Tal fue así que se convino lo de los alimentos y luego el papá propuso acordar un régimen comunicacional. La mamá accedió y acordaron un proceso de revinculación porque el papá hacia tiempo que no veía a su hijo. Ese proceso fue primero por teléfono y luego pudiendo compartir tiempo con él en General Pico. Además la madre dijo que si ella viajaba a Pico, le avisaría al padre para que también pudiera ver a su hijo en esas circunstancias”, sostuvo.
Assel afirmó que Dupuy padre, en ese momento, “solo hizo un reclamo por el régimen comunicacional, pero no por el cuidado personal”.
Finalmente declaró María Sofía Peroni, ex empleada de la Defensoría Civil N° 3 de Santa Rosa, que además participó del proceso de mediación entre la mamá de Lucio y Christian por los alimentos en 2020. Inclusive, asesoró a la Espósito Valenti cuando el padre solicitó el régimen comunicacional. La ex funcionaria ratificó que Dupuy pidió eso, pero que nunca reclamó el cuidado personal de Lucio.