A dos meses de la primera utilización de las pistolas Taser en la ciudad de Buenos Aires, la fuerza porteña volvió implementar en las últimas horas el arma que produce descargas eléctricas para neutralizar a un presunto ladrón armado con un cuchillo.
La intervención se produjo en el barrio de Balvanera, donde se registró un robo en la calle que fue denunciado al 911, ocurrido en la calle Lavalle al 3000, cerca de la intersección con Jean Jaures.
Al arribar al lugar, los agentes de la Policía de la Ciudad se encontraron con una mujer, quien les contó que le habían robado de una forma violenta. Fue un relato breve que culminó cuando señaló a un hombre que estaba a pocos metros de ella y lo acusó de ser el autor del delito.
Ante esta situación, el personal policial se acercó al sospechoso, un joven de nacionalidad colombiana. El hombre tenía en sus manos una cartera con tiras largas que previamente le habría robado a la víctima, la cual no soltó a pesar de haberse visto acorralado por los agentes.
Su reacción frente a los gritos de la Policía -que le pedía que arrojara la cartera- fue tomar un cuchillo que llevaba consigo y apoyarlo sobre su garganta, amenazando con autolesionarse si continuaban acercándose a él.
Con el arma sobre su cuello, el sujeto comenzó a caminar marcha atrás y quiso darse a la fuga mientras los agentes le pedían que retirara el objeto cortante de su cuerpo y se entregara. Sin embargo, pese a las advertencias, no depuso su actitud. Y en consecuencia, fue reducido con la pistola Taser y finalmente detenido.
El episodio quedó registrado por las cámaras que llevan en sus uniformes de quienes las utilizan, las cuales graban toda la secuencia de uso -en imágenes y en audio-, por lo que pueden verificarse posteriormente las condiciones de tiro. Una particularidad que no ocurre con las armas de fuego reglamentarias.
En el video se escucha al policía que porta la Taser hablarle al acusado en los minutos previos al disparo. “Soltalo, por favor. Tranquilizate”, le pide haciendo referencia al cuchillo que tenía en sus manos. Luego le repite incesantemente: “Soltalo, por favor, soltalo, soltalo”.
En la grabación se ve cómo el delincuente no cede a dejar el arma y sigue caminando para atrás. Su marcha comenzó en la esquina y finalizó cerca de la mitad de la cuadra, frente a una verdulería, cuando suelta la cartera -no el cuchillo-, instantáneamente el agente le aplica una descarga eléctrica.
Tras el impacto, el joven quedó tendido en la vereda durante algunos segundos hasta que la Policía le puso las esposas y concretó su arresto. En el lugar fueron secuestrados el cuchillo tipo Tramontina, una balanza de mano típica del narcomenudeo, un reloj y 78.740 pesos.
En la causa intervino el Juzgado Nacional en lo Criminal N°52 que dispuso la detención del imputado por robo a mano armada.
Antecedente
El 27 de noviembre pasado, una mujer de 35 años había sido detenida en el barrio porteño de La Boca por amenazar de muerte a su ex pareja, de 28, con un cuchillo de cocina. El arresto se produjo luego de que la agresora fuera neutralizada con una pistola Taser por efectivos de la Policía de la Ciudad.
El incidente se produjo en una casa de la calle Suárez al 400, donde llegó personal policial tras el llamado de un vecino al 911. En primer lugar, efectivos de la Comisaría Vecinal 4C y del DIR le pidieron que desista de sus amenazas.
Sin embargo, la mujer hizo caso omiso y tras minutos de insistir e intentar tranquilizarla uno de los agentes usó su pistola Taser para reducirla. Sufrió una herida cortante en la cabeza tras caer al suelo y fue trasladada en una ambulancia del SAME al hospital Argerich, donde se le detectó un cuadro de excitación psicomotriz y fue atendida por la herida.
La Fiscalía en lo Penal y Contravencional N°40 inició actuaciones por uso y portación de arma impropia.