El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 4 de San Isidro realizará la lectura del veredicto contra los hermanastros y un remisero que fueron acusados de haber cometido el doble crimen del mago Leonardo “Alex” Fernández y su novia, Jéssica Alberti Cigola. La decisión final de los jueces Esteban Andrejin, Osvaldo Rossi y Federico Ecke se dará a conocer por medio de una notificación electrónica a partir de las 9 de la mañana.
Las víctimas fueron asesinadas a puñaladas y golpes el 23 de octubre de 2019 en un domicilio ubicado en la localidad bonaerense de San Fernando. A raíz de la investigación, los tres imputados fueron Rubén Grasso (40), su medio hermano Roberto Juan Alegre (45) y el remisero Alexis Miguel Bonnet (52), quienes podrían ser condenados a cumplir una pena de prisión perpetua por los delito de “doble homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser cometido ‘criminis causae’, en concurso material con robo agravado en poblado y en banda”.
Hace aproximadamente un mes, Grasso confesó haber sido el autor del doble crimen junto con la colaboración de Alegre al señalar que “era él o yo”. De esta manera, el imputado reveló que la relación de “negocios” con el ilusionista nació en una fiesta en Nordelta que había sido organizada por los narcotraficantes Germán y Cristián Heredia.
El acusado precisó que el vínculo se basaba en la falsificación de documentos, títulos universitarios, tarjetas de crédito y dólares estadounidenses, en donde el mago oficiaba de “inversor”, los Heredia eran intermediarios y él se dedicaba a la realización de los diseños de los billetes extranjeros. “A mi me daban dinero y droga a cambio del trabajo”, confesó, según las declaraciones recopiladas por Télam.
En este sentido, la Fiscalía estableció que el móvil del crimen estaba detrás del “dinero fácil” que los ilícitos que cometía la organización criminal al apoyarse en la confesión de Grasso, quien señaló que tenía un acuerdo paralelo con los narcotraficantes. “Se venía enojando porque lo estábamos cagando”, contó en referencia a Fernández, para después agregar: “Los últimos días me venía insistiendo para que nos veamos por este tema. Por eso, me amenazó con un sicario”.
El día del doble crimen, el imputado recordó que el disparador fue una discusión que mantuvo con “Alex” en su departamento, el cual escaló hacia un enfrentamiento cuerpo a cuerpo a raíz de que el ilusionista habría amenazado a la familia del diseñador. “Hubo una lucha que duró un instante, como un minuto, Todo se fue de las manos. Mi hermano me lo sacó de encima y le pegó con un cortafierros que tenía arriba de mi mesa que lo usaba para sacar la batería de mi moto”, puntualizó al sumar que le dio un golpe en la cara a la mujer para que dejara de gritar.
Acerca del ataque a la novia del mago, el detenido admitió que “Cigola no tenía que estar ahí. No fui a matarla a ella” luego de que planteara: “Asumo que yo sostenía una cuchilla en la mano, pero no me di cuenta que apuñalé a Jéssica”. Asimismo, remarcó que la nebulosidad de sus recuerdos se debió a que tanto él como su hermano estaban bajo los efectos de sustancias.
La participación del remisero en el doble homicidio se trataría de un acto de complicidad, debido a que este fue con los hermanos en el auto de Fernández la noche siguiente al crimen para robar cocaína que el mago guardaba en un domicilio ubicado en la calle La Rioja al 1710, en el barrio porteño de Parque Patricios.
Por este motivo, el fiscal Alejandro Musso solicitó a los jueces que los hermanos sean sentenciados a prisión perpetua, mientras que la defensora oficial, María Dolores Gómez, interpuso que estos deberían cumplir una condena de 13 años en reclusión al pedir que sean juzgados por el delito de “homicidio simple” sumado al robo de la propiedad.
En el caso del remisero, Musso propuso una pena de 16 años y, en contraposición, el abogado particular Gustavo De Simone negó que su cliente hubiera incurrido en el delito de “encubrimiento”, por lo que indicó que debería recibir una pena de 3 años, plazo mínimo que correspondería al robo.