Este fin de semana se conocieron los detalles de la autopsia al cuerpo de Rosana Artigas, la mujer de 46 años que estuvo desaparecida desde el 23 de noviembre y que fue hallada sin vida el viernes pasado en un tambor de 200 litros mientras flotaba en las aguas del río Limay. Hoy imputarán a su expareja, José Fernández, acusado por el femicidio.
Según determinó la autopsia que fue incorporada al expediente en las últimas horas, la mujer murió por “una asfixia mecánica por estrangulamiento que se hizo con un lazo, tanto por las marcas y porque, además, había una cuerda en el cuerpo”, expresó el fiscal jefe Agustín García.
El cadáver de Artigas fue hallado el viernes por la tarde, luego de ocho días de rastrillajes, dentro de un tacho de combustible con capacidad de 200 litros, el cual estaba sumergido -ya que tenía cemento en el fondo- en el río Limay, aproximadamente a cinco metros de la costa, en la zona de Los Espigones, cerca del paraje China Muerta.
El contenedor en cuestión fue el dato clave que permitió hallar el cuerpo, indicó García: “El jueves pasado nosotros hicimos una serie de allanamientos y de ahí surgió la información de que el hombre había ido, aproximadamente el martes 21, al domicilio de una expareja de él, donde vive uno de sus hijos, y se había llevado el tacho ese”.
Ese mismo día, los investigadores obtuvieron una filmación de un camino de Los Espigones, cercano del lugar en el que se halló el cuerpo, en el que se observaba un vehículo de Fernández pasar “a gran velocidad”.
Dichos registros fueron la clave para que el representante del Ministerio Público ordenara intensificar los rastrillajes en la zona, los cuales derivaron en la localización de los restos de la mujer de 46 años.
Sobre el hallazgo, el fiscal señaló que dentro del tanque había “un colchón inflable, desinflado, y se alcanzaban a ver los dedos del pie”, de una persona. A partir de ello, el contenedor fue trasladado al laboratorio forense donde se procedió a su apertura y se constató que en su interior estaba el cuerpo de Rosana.
En este marco, la expareja fue detenida luego de que el Tribunal de Revisión de Neuquén confirmara el pedido de prisión preventiva en su contra, a raíz de que la coartada que dio durante su declaración fue derrumbada luego de la investigación que se realizó en paralelo a la búsqueda.
Los defensores del imputado, Raúl Caferra y José Maitini, solicitaron la revisión de la medida impuesta por el juez Marco Lupica Cristo en la audiencia de formulación de cargos, con el argumento de que el delito de “falso testimonio” puede tener una condena de pena condicional, además de remarcar que el acusado tiene arraigo, posee trabajo y es padre de siete hijos.
Sin embargo, los jueces Carolina García, Mauricio Zabala y Dardo Bordón, por unanimidad resolvieron, tal como planteó el fiscal jefe Agustín García, que la resolución del juez Lupica Cristo fue debidamente fundamentada y no resulta arbitraria, ya que el falso testimonio no se puede desprender del contexto, debido a que el imputado fue la última persona a la que se vio junto a la mujer, que había hecho una denuncia previa por violencia de género.
Según comunicó el Ministerio Público Fiscal, al momento de ser entrevistado como testigo por la Policía, el 24 de noviembre, el hombre “mintió”. Dijo que la última vez que vio a su ex pareja fue el domingo 19, y que el día que ella desapareció, él permaneció en la ciudad de Plottier.
Sin embargo, de los avances de la investigación, surgió que el 23 de noviembre el acusado recibió un mensaje de texto de Artigas cerca de las 9.20 y que el mismo día fue en un auto Chevrolet Corsa hacia la casa de la mujer cerca de las 9.30, según registros de cámaras de seguridad. Un testigo dijo que los vio a ambos llegar al domicilio de él en el auto, algún tiempo después.
Alrededor de las 10.52, el Corsa fue captado en la zona del ex peaje de Centenario, sobre ruta provincial 7 y los teléfonos de ambos fueron geolocalizados en esa zona. De igual forma, cerca de las 11 de la mañana el vehículo fue captado circulando en sentido contrario, en dirección hacia Neuquén; y que el teléfono de ella se desactivó en esa zona y no volvió a prenderse.
Según adelantó García -en declaraciones a Agencia Télam-, hoy se lo imputará a Fernández por el delito de “homicidio doblemente calificado por resultarse homicidio y por el vínculo, por haber sido contra una expareja”.
La principal hipótesis que barajan los investigadores radica en que el hombre le provocó la asfixia mecánica con una cuerda y luego, al introducir el cuerpo en el tacho, intentó prenderla fuego.
(Línea 144: atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Por WhatsApp: +5491127716463).