A diez días de la muerte de Agustina Casco (21), la cadete de la Escuela de Policía “Juan Vucetich”, la Justicia busca determinar si la hemorragia interna que sufrió tras la explosión de un quiste ovárico fue consecuencia de alguna maniobra durante un entrenamiento. Mientras se espera una fecha para que el cuerpo sea sometido a una nueva autopsia en la morgue del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, Infobae accedió a los chats que la víctima mantuvo con una de sus compañeras el mismo día en que murió: “Caí de frente porque fue mientras me esposaban”, relató.
Casi una semana antes, había hablado de su malestar físico con sus parientes y le mostró a su hermana imágenes de las lesiones. El abogado de la familia de Agustina, Rodrigo Tripolone, entregó los chats y las imágenes a este medio y contó que aún ese material no fue formalmente incorporado al expediente.
“Tengo que ir a comprarme unas vitaminas. Casi me desmayo dos veces en la escuela. Estoy re anémica. Se me hacen todos los puntos rojos en el cuerpo”, le contó Agustina a su hermana Jéssica. El intercambio fue el pasado sábado 18 de noviembre a las 10.15, momento en que la cadete desayunaba “unas galletitas con queso” en su casa de la localidad de Ituzaingó, en el Oeste del conurbano Bonaerense. El día anterior había salido de franco en horas de la tarde, ya que realizaba un curso para ascender a oficial de Subescalafón Comando y estaba en la modalidad internada.
“Después que salgas andá a hacerte algún control”, le sugirió su hermana. El ida y vuelta continuó y Agustina le envió dos fotos. En una de ellas se ve una franja violácea en una de sus rodillas. “¿Y ese moretón?”, quiso saber su Jéssica. Cerca de las 21 volvieron a comunicarse para cenar juntas. “¿Qué onda bebita, ¿estás viva?”, le preguntó. “Hasta los ovarios creo que me duelen”, respondió la cadete.
Al día siguiente, luego de dos desmayos consecutivos en su casa, Agustina fue hacerse ver y quedó internada en el Hospital del Bicentenario de Ituzaingó. Según su madre, llegó con dolores abdominales que arrastraba desde que había regresado de la escuela, donde sufrió golpes durante las prácticas de esposamiento. Más tarde, ese mismo 19 de noviembre, la trasladaron a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de la Clínica Provincial de Merlo. Allí falleció 4 días después.
¿Qué fue lo que pasó en aquel entrenamiento? Según supo este medio, se llevó adelante lo que se conoce como “metodología de role play”. “El ejercicio consistía en emular un arresto entre un delincuente y varios efectivos con fines de capacitación. A Agustina le tocó hacer de delincuente. En ese contexto, la taclearon y la tiraron al suelo entre varias”, explicó a este medio una fuente del caso.
Incluso, la propia Agustina se lo contó a una de sus compañeras el mismo día en que falleció. En los chats que ilustran esta nota la joven cadete narró lo sucedido. “Caí de frente porque fue mientras me esposaban. Pero antes de eso fueron varios golpes mientras estábamos entrenando”, explicó en referencia a las marcas en sus rodillas.
También dio detalle de cómo fue la semana previa en la Escuela donde, según relató, se desmayó dos veces. A pesar de comunicárselo “al profesor de defensa, a sus compañeras y a una instructora”, la institución nunca la hizo revisar por un médico, según sus dichos. “El martes (14 de noviembre) en la clase de defensa estábamos haciendo esposamiento y me golpeé. Cuando terminamos la clase dije que me sentía mal y estaba mareada, como si me hubiera bajado la presión. Me acostaron en el piso y se me pasó”, recordó.
Y agregó: “El jueves (16 de noviembre) en la formación, antes de entrar al comedor, tenía ganas de vomitar. Le dije a una compañera y sin darme cuenta ya me habían acostado otra vez porque me había desvanecido. Tenía los pies para arriba (...) El sábado (18 de noviembre) en mi casa ya me dolía la panza. El domingo (19 de noviembre) me levanté para ir al baño y me desmayé sentada en el inodoro. Me levanté y me volví a desmayar en la puerta”.
El informe preliminar de la autopsia reveló que la cadete falleció como consecuencia de “un paro cardio-respiratorio no traumático por un shock hipovolémico”. O sea: una hemorragia interna. “Se sospecha que la causa del shock hipovolémico fue una hemorragia en un quiste ovárico que se podría haber producido por un traumatismo”, confiaron a este medio fuentes de la investigación.
La familia de la joven desconfía de esa causa de muerte y cree que, en realidad, se produjo por “negligencia” de los instructores y de las autoridades de la Escuela Vucetich, que no le dieron la atención médica que correspondía para evitar el desenlace fatal. Piden que se investigue como un “homicidio culposo”.
Por tal motivo, el abogado que representa a los Casco impulsó el pedido de exhumación y la segunda autopsia al cuerpo, ya que fueron peritos de la Bonaerense los que realizaron la primera. La fiscal que investiga el caso, Paula Salevsky, titular de la UFI N° 4 de Morón, hizo lugar a esa solicitud y, además, enmarcó la causa dentro de lo que se conoce como “Violencia Institucional”.
Por otro lado, corrió de la investigación a la Policía Bonaerense y pidió la participación de especialistas de la Policía Federal para la realización de distintos peritajes, entre ellos, un análisis de los libros de guardia de la Escuela “Juan Vucetich”, de donde Casco egresó en diciembre de 2021 con el título de oficial del Subescalafón General y ahora realizaba el entrenamiento para ascender a oficial de Subescalafón Comando.
Robo al abogado de la víctima
Este domingo, el abogado Tripolone denunció que entraron a robar a su domicilio de la calle Abel Costa al 300, en la ciudad de Morón. “Se llevaron una computadora, un celular y algo de dinero. Pero no es lo que me importa. Sino la información que puedan extraer, tanto vinculada al caso de Agustina como información personal. Esto es un apriete”, dijo a este medio.
También sostuvo que intentarán “desentrañar el encubrimiento por parte de las máximas autoridades de la fuerza”.
En sintonía, la Auditoria General de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense inició una investigación para determinar si alguna autoridad de la escuela tiene responsabilidades en la muerte, como consecuencia del entrenamiento al que estaba siendo sometida la oficial Casco.
“Esperamos que algo así no pase más. Vamos a seguir hasta el final para saber qué pasó con Agustina. Queremos que el director de la escuela y las autoridades se hagan cargo de lo que pasó y no tapen nada. Es una negligencia de la escuela, es más que evidente. Ellos sabían lo que pasaba y no hicieron nada. Están tapando todo y le prohíben al resto de los cadetes que hablen del tema”, dijo la hermana de la víctima.