Tras una intensa búsqueda, la Policía de la provincia de Neuquén halló ayer el cadáver de Rosana Artigas, una mujer de 46 años que estuvo desaparecida desde el 23 de noviembre pasado. De acuerdo con medios locales, la víctima fue encontrada en un tambos de 200 litros mientras flotaba en aguas del río Limay, a la altura de la zona del paraje China Muerta, en la ciudad de Plottier.
La mujer había sido vista por última vez hace 8 días, cuando se despidió de su hijo para ir a su trabajo. Desde entonces, inició una búsqueda contrarreloj para dar con su paradero. Finalmente, se confirmó el peor desenlace: el cuerpo de Rosana estaba a unos cinco metros de la costa dentro del recipiente y tuvo que ser retirado por personal de Policía Científica para trasladarlo a la morgue judicial, donde se le practicó la autopsia.
Por el femicidio había sido detenido el domingo pasado José Fernández, su ex pareja, como sospechoso luego de mentir durante su declaración. De hecho, horas antes de confirmarse el hallazgo, el Tribunal de Revisión de Neuquén confirmó la prisión preventiva porque la coartada que dio durante su declaración fue derrumbada luego de la investigación que se realizó en paralelo a la búsqueda.
Los defensores del imputado, Raúl Caferra y José Maitini, solicitaron la revisión de la medida impuesta por el juez Marco Lupica Cristo en la audiencia de formulación de cargos, con el argumento de que el delito de “falso testimonio” puede tener una condena de pena condicional, además de remarcar que el acusado tiene arraigo, posee trabajo y es padre de siete hijos.
Asimismo, indicaron que no hay riesgo de entorpecimiento “ya que el falso testimonio está suficientemente demostrado”.
Sin embargo, los jueces Carolina García, Mauricio Zabala y Dardo Bordón, por unanimidad resolvieron, tal como planteó el fiscal jefe Agustín García, que la resolución del juez Lupica Cristo fue debidamente fundamentada y no resulta arbitraria, ya que el falso testimonio no se puede desprender del contexto, debido a que el imputado fue la última persona a la que se vio junto a la mujer, que había hecho una denuncia previa por violencia de género.
Según comunicó el Ministerio Público Fiscal, al momento de ser entrevistado como testigo por la Policía, el 24 de noviembre, el hombre “mintió”. Dijo que la última vez que vio a su ex pareja fue el domingo 19, y que el día que ella desapareció, él permaneció en la ciudad de Plottier.
Sin embargo, de los avances de la investigación, surgió que el 23 de noviembre el acusado recibió un mensaje de texto de Artigas cerca de las 9.20 y que el mismo día fue en un auto Chevrolet Corsa hacia la casa de la mujer cerca de las 9.30, según registros de cámaras de seguridad. Un testigo dijo que los vio a ambos llegar al domicilio de él en el auto, algún tiempo después.
Alrededor de las 10.52, el Corsa fue captado en la zona del ex peaje de Centenario, sobre ruta provincial 7 y los teléfonos de ambos fueron geolocalizados en esa zona. De igual forma, cerca de las 11 de la mañana el vehículo fue captado circulando en sentido contrario, en dirección hacia Neuquén; y que el teléfono de ella se desactivó en esa zona y no volvió a prenderse.
García remarcó que “por distintas razones, el MPF pronostica una pena con este delito que no va a ser de carácter condicional”, y finalmente mencionó que “no pueden dejar de lado que se está llevando adelante una investigación por la desaparición de Rosana Artigas y, en ese marco, el acusado miente y desvía la investigación”. Ahora deberá afrontar una acusación todavía más grave.
El resultado de la autopsia se conoció cerca de la medianoche. De acuerdo con el examen forense, Rosana murió fue por asfixia por estrangulamiento. Es decir, fue ahorcada hasta morir presuntamente a manos de su ex. Fuentes judiciales consultadas por el diario Río Negro, indicaron que el cuello tenía un lazo que fue secuestrado, de acuerdo a las primeras informaciones del Cuerpo Médico Forense.