Dos efectivos de la Policía de la Ciudad fueron atacados a tiros en distintos episodios de inseguridad en el conurbano bonaerense y resultaron gravemente heridos. Uno recibió tres balazos y está en coma farmacológico. El otro, fue baleado en el abdomen y permanece internado en terapia intensiva.
El primero de los hechos ocurrió la noche del jueves pasado, alrededor de las 23.30, en la localidad de Isidro Casanova, partido de La Matanza. El oficial Fernando Gómez (41), que se encontraba en franco de servicio y estaba vestido de ropa de civil, había ido caminando a buscar a su hija en un cumpleaños, a un lugar ubicado a unas siete cuadras de su casa. Pero en el camino, cerca de la calle Pujol y Balbastro, fue abordado por dos motochorros con fines de robo.
Al parecer, Gómez trató de resistirse. Fuentes del caso comunicaron a Infobae que se produjo un tiroteo. En una de las filmaciones que ilustran esta nota se escuchan las detonaciones. En el intercambio de disparos, el policía recibió tres balazos: uno en el gemelo de la pierna izquierda; otro en el brazo izquierdo, cerca de la muñeca; y el restante en la zona del lado izquierdo del abdomen. En este último caso, el proyectil quedó alojado en su cuerpo.
Como se observa en las imágenes al pie de este artículo, el delincuente que viajaba como acompañante y que hirió a la víctima, inmediatamente después de ello fue corriendo hasta la moto, se subió y, junto a su cómplice, se dieron a la fuga. Recolectores de residuos que trabajaban en el lugar fueron testigos, al menos, de la fuga.
Mientras tanto, Gómez fue auxiliado por un vecino de la zona que lo llevó en su vehículo particular al Hospital Paroissien. Allí fue intervenido quirúrgicamente por una fractura en el radio de una mano. También se le practicó una cirugía en la pierna donde impactó la bala y otra en el abdomen.
En el parte médico divulgado ayer, desde el hospital informaron que el paciente tiene comprometido el estómago, el duodeno y el páncreas, se encuentra entubado en estado crítico, bajo sedación, en coma farmacológico y con riesgo de vida. El cirujano que intervino en las operaciones, informó que, debido a la salud delicada del oficial, hasta ayer no era posible su traslado.
La investigación del caso está a cargo del fiscal Juan Marcelo Diomede, de la Unidad Fiscal de Instrucción y Juicio N°5 de La Matanza. En el marco de una causa por “robo agravado, abuso de arma de fuego y lesiones”, personal de la Comisaría Este 2da Isidro Casanova recolectó en la escena del hecho 13 vainas servidas calibre .9mm y la pistola del policía -que cumple funciones en la Comisaría Vecinal 4C-, cuyo cargador contenía tres proyectiles intactos y otro en la recámara.
La otra víctima es un inspector de la fuerza porteña que fue baleado anoche por una banda de delincuentes que intentaron robarle el auto en la localidad bonaerense de José León Suárez, partido de San Martín.
A Pablo González lo atacaron mientras circulaba con su Volkswagen Voyage, con el que también trabaja realizando viajes para la aplicación Didi. En esas circunstancias, de acuerdo a fuentes policiales, se desorientó respecto a su ubicación: fue en ese momento que cuatro ladrones lo sorprendieron y le efectuaron un disparo en el abdomen.
Pese a estar herido, la víctima logró escapar. En una primera instancia ingresó a la salita de primeros auxilios Fleming y luego fue trasladado al Hospital Thompson, en San Martín, donde se encuentra estable en terapia intensiva. Allí, luego de una cirugía, debieron extirparle el riñón izquierdo.
La causa por “robo y lesiones” se encuentra a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°1 de San Martín, que dirigen los fiscales Fabricio Iovine y Carlos Insaurralde.
Ambos casos se suman a otro que tuvo lugar en las últimas horas en la villa La Cava, partido de San Isidro, donde el policía bonaerense Matías Ezequiel Molina fue asesinado a balazos cuando intervino ante movimientos sospechosos de seis hombres que intentaron huir al ver acercarse al patrullero.
El crimen sucedió a metros de un jardín de infantes. Molina, que cumplía funciones en el Comando Patrulla de San Isidro, forcejeó con uno de los sospechosos para detenerlo y, en medio de ello, resultó baleado. Murió poco después a consecuencia de las heridas.
Brandon Alfredo Zakowick, un hombre conocido en el barrio y con antecedentes por robo, fue detenido a partir del hallazgo de su DNI en la zona del hecho. De acuerdo a los testigos, la foto del documento coincidía con los rasgos físicos del hombre que forcejeó con el policía y de quien además presuponían que habría resultado herido del enfrentamiento armado con la víctima.
Al momento de su arresto, Zakowick presentaba una herida de arma de fuego en un glúteo.