La ex pareja y único acusado del femicidio de Ferni Ayala en el barrio Zavaleta será extraditado por Paraguay durante el sábado a la mañana, luego de haber sido detenido en julio a raíz del pedido de captura internacional que se había emitido tras haber huido de la Justicia. De esta manera, el hombre quedará detenido en una dependencia policial hasta que sea indagado el lunes.
Se trata de Esteban Rojas Almada, un prestamista de 45 años que estuvo fugitivo por cinco meses desde que se denunció el crimen de Ayala durante la madrugada del 19 de febrero de este año. El hecho ocurrió en el primer piso de la casa 187, ubicada sobre la calle Lavardén, manzana 18, del barrio 21-24 Zavaleta de Barracas, aunque fue descubierto al día siguiente.
El señalado fue aprehendido por los agentes de Interpol y la Policía de Paraguay el pasado 11 de julio en un domicilio que compartía con otra mujer en la localidad de Mariano Roque Alonso, perteneciente al Departamento Central, que se ubica a unos 14 kilómetros al norte de Asunción. La detención fue posible gracias a la información proporcionada por las autoridades nacionales que habían activado una alerta roja en la Interpol, a la vez que ofrecieron una recompensa de hasta 5 millones de pesos para quien pudiera aportar datos sobre el paradero del fugitivo.
Así, se espera que Rojas Almada arribe las 8:05 horas del sábado al Aeroparque Jorge Newbery de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) para ser entregado por el personal de la Interpol paraguaya a los efectivos del Departamento Inteligencia Contra el Crimen Organizado de la Policía Federal (PFA).
Una vez que el acusado sea puesto a disposición de la Justicia argentina, se prevé que sea trasladado a una dependencia policial para después ser indagado en el Palacio de Tribunales por el fiscal Pablo Recchini y el juez a cargo de la causa, Mariano Iturralde, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 16.
Según la información obtenida por Télam, en la audiencia el acusado sería formalmente imputado por los delitos de “homicidio agravado por mediar violencia de género (femicidio) y por el uso de arma de fuego” y por la “tenencia ilegal de un arma de guerra”. En caso de ser condenado, este podría afrontar una sentencia a prisión perpetua, pero que deberá ser negociada con la justicia paraguaya, ya que la extradición requiere de garantías para que el ciudadano no afronte la pena máxima al no existir esta figura en el Código Penal de Paraguay.
El hallazgo del cuerpo de Ayala estuvo a cargo de los los agentes de la Comisaría Vecinal 4D, que irrumpieron en el departamento de la víctima luego de que sus hermanas radicaran una denuncia por averiguación de paradero. Al derribar la puerta del domicilio con la ayuda de un vecino, los oficiales constataron la presencia del cuerpo sin vida de la mujer.
Los agentes policiales describieron que Ayala estaba tirada sobre la cama, vestida de ropa de cama y con dos impactos de bala visibles a la altura del pecho. Además, indicaron que llevaba varias horas muerta, tal como se confirmó más tarde en la autopsia realizada a los restos.
Desde ese entonces, la causa fue asignada al fiscal Rechini, quien identificó a Rojas Almada como el presunto autor del femicidio con base en los testimonios que recolectó durante las primeras horas de la investigación. Aparentemente, la pareja había discutido a la salida del boliche “Radio Studio”, ubicado en el barrio porteño de Constitución.
Las declaraciones que ofrecieron los familiares de Ayala señalaron que el móvil del crimen podría haber sido por un comentario que uno de los amigos de la joven realizó sobre una ex pareja de ella y que habría enfurecido al sospechoso. Por su parte, los vecinos de Zavaleta recordaron que ambos llegaron a la madrugada, pero que Rojas Almada se retiró del lugar solo y en un auto.
Por el momento, no se determinó cómo fue que el prestamista logró fugarse hacia el país vecino, pero los investigadores plantearon la hipótesis de que habría concretado el escape en las primeras 24 horas después de que se consumara el crimen y que lo habría realizado por algún paso clandestino o con documentación falsa. Además, se descartó que haya utilizado su auto particular, un Honda Civic blanco, debido a que este vehículo fue abandonado en el cruce de las calles California y Santa Elena, en Barracas.
En paralelo, una ex pareja de Rojas Almada que vivía en el mismo edificio que la víctima declaró haber sufrido violencia física, psicológica y económica durante la relación que sostuvo con él. Sin embargo, Ayala nunca presentó una denuncia en contra de su ex pareja, pese a que sus familiares aseguraron que “era muy celoso” y solía revisarle el celular.