Aníbal Lotocki recibió hoy una de las peores noticias de su extenso derrotero judicial. El médico, hoy encerrado en el pabellón psiquiátrico del penal de Ezeiza, fue notificado de que la Sala III de la Cámara de Casación, integrada por los jueces Jantus, Magariños y Huarte Petite, decidió confirmar su condena y elevarla de 4 a 8 años de prisión por las lesiones graves sufridas por Pamela Sosa, Gabriela Trenchi, Stefanía Xipolitakis y Silvina Luna, fallecida este año.
Además, lo inhabilitaron a ejercer la medicina por diez años. Por otra parte, fue condenado por el delito de estafa contra Gabriela Trenchi.
El 18 de octubre pasado, la Sala IV de la Cámara Criminal y Correccional decidió ordenar la detención de Lotocki. Horas después, el médico se entregaba en una dependencia de la PFA en La Plata. El pedido ocurrió n el marco de la causa que lo investiga por el homicidio simple de su paciente Cristian Zárate, un empresario de Campana que falleció tras una cirugía que Lotocki le practicó en una clínica de Caballito en 2021. El médico ya fue procesado por este hecho, una decisión también confirmada ayer por la Sala IV de la Cámara en el día de ayer.
Lotocki no solo está acusado de la muerte del paciente: también fue imputado por la falsificación de registros médicos.
El metacrilato, el material que inyectó Lotocki a sus víctimas, es una clave en la imputación. “Por último, no puede pasarse por alto que Lotocki intervino quirúrgicamente a Pamela Sosa el 26 de noviembre de 2008, a Silvina Luna los días 3 de octubre de 2011 y 23 de noviembre de 2011, a Estefanía Xipolitakis el 20 de marzo de 2014 y a Gabriela Trenchi el 7 de agosto de 2015, y que todas ellas acusaron haber sufrido gravísimos padecimientos con puntos en común luego de las intervenciones”, afirmaron los camaristas.
“Conforme dicha cronología (si bien se volverá sobre el punto al analizarse la imputación subjetiva de los hechos atribuidos), cabe adelantar que no puede sino llamar la atención que durante tan considerable período, el imputado haya continuado realizando la misma intervención en las pacientes a pesar de advertir que el uso de ese material, del modo en que se empleó, generaba efectos perniciosos, de los cuales fue puesto en conocimiento, de manera sucesiva, por cada una de las víctimas”, continuaron, en un extenso fallo de 143 páginas. Es decir, a pesar de que se sabían los daños, Lotocki eligió continuar operando.
El 9 de febrero de 2022, Lotocki fue condenado a 4 años de prisión por el delito de lesiones graves contra las cuatro mujeres. En esa oportunidad, el juez Carlos Rengel, además, lo inhabilitó para ejercer la medicina por 5 años. Sin embargo, ni la prisión ni la prohibición se hicieron efectivas porque la sentencia no estaba firme.
Ahora, ambos plazos se duplicaron. Sin embargo, la muerte de Luna, causada por las lesiones provocadas por la sustancia inyectada por Lotocki, sigue sin ser considerada un homicidio.