La esposa del policía Leoncio Bermúdez que fue asesinado en el Hospital Provincial de Rosario exigió justicia por el padre de sus hijas luego de que expresara su temor de que el caso quedara impune. Por el momento, las autoridades no determinaron si se trató de dos o más agresores, por lo que no hay ningún detenido por el homicidio.
De esta manera, la viuda del suboficial inspector, identificada como Romina (37), manifestó su descontento con la investigación al plantear que “si hubiese sido al revés, si él le hubiese disparado al chorro, primero Leo estaría preso”, y agregó: “ahora como siempre, él va a ser uno más”. Asimismo, indicó que no tenía opción de haberse quedado en su puesto, debido a que hubiera sido sancionado por incumplimiento.
“Me quedé sola con sus princesas porque lo mataron como a un perro, no le dieron tiempo de nada, él no se quería ir de este mundo”, señaló la mujer al confirmar que tenían dos hijas en común de 12 y 4 años, de las cuales la mayor se encontraba a su cuidado al momento del crimen. No obstante, ésta no presenció el ataque, debido a que estaba en la garita de seguridad, en donde el agente cumplía funciones.
Sobre el motivo por el que la menor se encontraba con él esa noche, la madre de la niña contó que habían acordado que Bermúdez la retiraría de las clases de Jiu Jitsu a las que asistía y que ella pasaría cerca de las 22:15 horas para llevarla a la casa, apenas terminara de trabajar. “Mi nena me manda una foto con él, contenta porque conoció el lugar donde tantas horas pasa su papá”, recordó.
De acuerdo a la información recogida por Télam, la mujer comenzó a sospechar que algo extraño había ocurrido con su esposo al relatar que “a las 22:30 horas, me llama -su hija- y me dice: ‘No sé qué pasó mamá, papá no volvió más’”. Para ese entonces, el oficial ya había sido asesinado de cuatro balazos por dos personas que habían llegado al hospital a bordo de un Fiat Uno de color blanco.
Tras el ataque, el policía fue trasladado de inmediato al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, en donde ingresó con un paro cardíaco, por lo que los médicos de guardia iniciaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Sin embargo, los intentos fueron en vano, ya que su cuadro era muy delicado. Bermúdez murió cerca de las 23 horas.
Según la reconstrucción de los hechos, los agresores descendieron del vehículo y le dispararon un tiro en la cabeza al oficial. No obstante, la hipótesis principal de los investigadores señalaron que el blanco de las balas, en realidad, habría sido un hombre de 29 años llamado Gabriel Guillermo Lencina que cuenta con una condena de 22 años y dos meses por dos homicidios.
La investigación quedó a cargo de la fiscal Gisela Paolicelli, quien buscará determinar si había más personas afuera del hospital en el automóvil en el que concretaron el escape. En cuanto a la pesquisa realizada por la Agencia de Investigación Criminal (AIC), los peritos secuestraron seis vainas servidas, sangre y el cargador del arma reglamentaria del oficial, mientras que el arma está en manos de la Policía Motorizada que lo socorrió.
En paralelo, la secuencia del ataque quedó registrada por las cámaras del nosocomio, aunque los dos prófugos de la justicia no habrían sido reconocidos todavía. Ante la viralización de la grabación del crimen, la viuda del policía lamentó: “Cometí el error de ver el vídeo que está circulando en todos lados y tengo terror que lo vea mi hija”, para después agregar: “Lo que me dejó a mí al ver ese video es otra sensación más que dolor”.