En el mediodía de hoy, el Juzgado en lo Correccional N°3 de San Martín condenó a los culpables de la muerte de Lucía Costa Osores, la joven de 18 años que falleció tras una explosión en un bar de San Miguel. El hecho ocurrió el 9 de octubre de 2020 cuando Lucía y su grupo de amigos fueron a comer a Zar Burgers & Beers, un local gastronómico y cervecería ubicado sobre la calle Paunero al 1100.
De acuerdo al relato de distintos testigos, y según puede verse en las imágenes de una cámara de seguridad del interior del bar, una moza se acercó a la mesa donde estaban los jóvenes. En sus manos cargaba un bidón de cinco litros de combustible líquido que intentó volcar en un brasero que funcionaba a modo de centro de mesa decorativo. Como consecuencia, se produjo una explosión que envolvió a Lucía y a su grupo en llamas.
El dueño y la encargada del local, Carlos Eduardo Oliveiro y Marina de los Ángeles Ramírez, fueron acusados del delito de homicidio culposo y lesiones culposas leves y graves. No solo se los acusó por la muerte de Lucía: también fueron acusados por las lesiones sufridas por los amigos de la joven.
Más de tres años después se los condenó a Oliveiro a 6 años de prisión y diez años de inhabilitación para cualquier acto de comercio. También fue condenado por violaciones a las regulaciones del decreto de la pandemia. Así, por pedido de la querella de la familia Costa Osores y la fiscalía acusadora, se ordenó su inmediata detención.
Ramírez, por su parte, fue absuelta. La lectura del veredicto fue transmitida por el canal de Youtube de la Suprema Corte bonaerense.
La camarera que vertió el combustible, Priscila Lucca, será juzgada en otro proceso en 2024. El debate comenzó hace dos meses . Luego de tres audiencias, Lucca manifestó que no se encontraba en condiciones psiquiátricas de someterse al juicio. Aunque se ordenaron pericias, los resultados demorarán hasta diciembre. En ese contexto, y para evitar suspender el proceso legal, la Justicia decidió que se realizará un segundo juicio con Lucca como única imputada.
Durante el debate, el dueño del bar declaró ante la jueza Carolina Rubar durante más de dos horas y contestó preguntas. Según supo este medio, Oliverio calificó el hecho como “una desgracia” y dijo que nunca se imaginó que podía pasar algo así. Respecto a un audio suyo, que se filtró tras la explosión y en el que decía: “No pasó nada grave, se prendió fuego la chica y empezó a los gritos”. El acusado sostuvo que fue “una torpeza”, que lo “sacaron de contexto” y que “por eso sonó mal”.
“Fue terrible escucharlo. Me quebré varias veces”, contó a este medio la madre de Lucía, Lorena Paola Osores. Acerca de sus expectativas para este viernes, la mujer sostuvo que espera una “condena ejemplar” por parte de la magistrada. “Esto no puede volver a suceder nunca más: no puede haber otra Lucía”, agregó.
Tras la explosión, varias personas resultaron heridas y debieron ser trasladadas de urgencia a un centro de salud cercano. Pero, a diferencia del resto, el cuadro de Lucía era delicado: tenía más del 40% del cuerpo afectado por el fuego. Debido a su gravísimo estado, fue derivada al Hospital del Quemado en Capital Federal, donde, falleció al día siguiente, luego de dos paros cardiorrespiratorios.