En la noche del martes, el salvajismo de la industria rosarina del sicariato llegó a un nuevo pico cuando un comando de pistoleros ingresó al Hospital Provincial de Barrio Martín en la ciudad santafesina. Un hampón que se encontraba allí bajo traslado del Servicio Penitenciario provincial, creen las autoridades, era el foco del ataque.
En el golpe, los cuatro sicarios que descendieron de un Fiat Uno blanco para entrar al centro de salud en la calle Alem al 1400 balearon a un policía, el subinspector Leoncio Bermúdez, que falleció en el lugar. También hirieron a una enfermera, según pudo determinar la Agencia de Investigación Criminal.
Las autoridades aún no logran determinar si el comando intentaba liberar al preso en cuestión, o matarlo. Poco antes de la medianoche, fuentes del caso revelaron su identidad a Infobae: se trata de Gabriel Guillermo Lencina, rosarino, de 29 años, condenado a 22 años de prisión por una serie de violentos crímenes, entre ellos un homicidio y una tentativa de homicidio, así como instigar a otra muerte. Preso desde 2013, Lencina pasó por varias unidades de acuerdo a su legajo. Su último destino fue el penal de Piñero, una de las cárceles emblema de la problemática en la provincia.
Su ficha penitenciaria, a la que accedió Infobae, detalla tareas de limpieza y mantenimiento, con una conducta “ejemplar” y un concepto “muy bueno”, a pesar de haber recibido una sanción.
Lencina no parece vinculado a las grandes estructuras narcos de la ciudad, con bandas como Los Monos. Se lo vincula a una serie de pesados de la zona norte como Hernán “Lichi” Romero, supuesto traficante. Su condena es una unificación de dos penas. En 2020, recibió 11 años por instigar la muerte de Jorge Nicolás José, según el sitio El Ciudadano. La banda criminal le cobró una deuda a José, para luego matarlo a tiros en febrero de ese año.
El caso del Hospital Provincial se encuentra en manos de la fiscal Gisela Paolicelli, que deberá esclarecer el motivo del ataque. De acuerdo con información de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), los peritos encontraron en el lugar seis vainas servidas, sangre y el cargador de la pistola del oficial en el suelo. Su arma, por otro lado, estaría en manos del personal de la Policía Motorizada.
Entre el sábado y hoy martes, Rosario acumuló 8 crímenes, 229 en lo que va del año.