Lautaro Alvaredo, el joven de 19 años que recibió una brutal patada en la cabeza el pasado 6 de noviembre, a la salida de un boliche ubicado en Gregorio de Laferrere, permanece internado en una clínica del partido bonaerense de Moreno y su pronóstico no es nada alentador: para los médicos, tiene muerte cerebral. Sin embargo, Diego y Tamara, los padres de la víctima, comenzaron a descreer de ese diagnóstico a partir de las recientes señales que dio su hijo, con algunos movimientos motrices por los cuales se permiten aferrarse a una recuperación milagrosa.
“Estamos convencidos de que Lautaro se está curando, que Dios lo está curando de a poco”, aseguró Diego, el papá de Lautaro, en diálogo con Infobae.
Hasta el momento, Lautaro continúa en terapia intensiva en una clínica de Moreno. Las expectativas de recuperación son “nulas”, según reflejan los últimos partes médicos que recibió la familia. No obstante, los padres del chico “esperan un milagro” y por eso no autorizaron la donación de sus órganos.
“(Los médicos de la clínica) Ellos siguen en su postura de que tiene muerte cerebral, pero yo les pedí que no hagan nada en contra sino que hagan cualquier cosa que sea a favor de Lautaro”, explicó Diego a este medio, acongojado por el delicado estado de salud que atraviesa su hijo. Convencido agregó: “Él tiene reflejos, se mueve. Si le apoyás algo frío como que se corre. Te mueve algún dedo, por ahí te mueve un hombro”.
Empleado de una empresa automotriz, Diego compartió más detalles de los avances que evidenció en Lautaro en las últimas horas. “Se le habla y él responde con movimientos. Yo ayer lo estaba limpiando con una toallita y después le llevé el perfume que tanto le gusta a él. Cuando le pongo perfume, en un momento le digo ‘te voy a poner en el ombligo también por si las enfermeras te están cambiando sientan rico olor’. Y cuando se lo puse él sintió el frío del perfume y apretó los dos brazos”, recordó conmocionado.
“Lo abracé, le hablé y le dije que vamos bien”, completó la anécdota.
A pesar de que las autoridades de la Clínica Mariano Moreno no consideran la posibilidad de que Lautaro revierta su cuadro, sí se mostraron asombrados por las señales corporales que exhibió en los últimos días. “Los médicos se vieron sorprendidos. Las enfermeras se pusieron a llorar. Pensamos que es un milagro”, subrayó el padre de la víctima.
En cuanto a las consideraciones médicas de los movimientos manifestados por su hijo, Diego contó que los profesionales de la salud entienden que son “reflejos eléctricos” provenientes de la médula. “Le mandaron a hacer un estudio nuevamente y salta que está todo igual”, comentó con desazón.
Al mismo tiempo, son muchas las muestras de afecto y cariño que los padres de Lautaro reciben a diario, ya sea en la calle o a través de las redes sociales. “A mi me mandan mensajes. Me dicen que hay personas que han sufrido lo mismo que él y que se han recuperado. Obviamente ante la medicina no, para ellos lo que hicieron está bien y están esperando que él decida irse. Pero me doy cuenta que lo que él quiere es seguir peleándola”, señaló desde el centro de salud donde permanece internado su hijo.
Con la fe intacta de que Lautaro se recupere después del salvaje ataque que sufrió a la salida del boliche Cyrux, familiares y amigos del joven se congregarán a rezar hoy a la tarde en la iglesia ubicada frente a la plaza principal de González Catán, para luego movilizarse hacia las puertas de la Clínica Mariano Moreno. “Hoy entre las 18 y las 19 van a estar llegando todos de González Catán. La empresa donde yo trabajo, la Nissan, pone tres colectivos para todos los que quieran ir. Y acá hay un cura que va a preparar una misa en la puerta de la clínica, por supuesto con autorización del director de acá. Vamos a pedir todos juntos por la recuperación de Lautaro”, explicó su padre durante la charla con este medio.
Consultado por si hubo avances en la investigación sobre la violenta agresión a su hijo, Diego prefirió seguir enfocado en la salud de Lautaro. “Todo esto es demasiado fuerte para estar pensando en otra cosa. De todo eso se encarga el doctor Burlando. Veremos cómo sigue”, concluyó.
Según pudo averiguar Infobae a partir de fuentes judiciales, este martes se recibieron las declaraciones de tres testigos aportados por la defensa.
Hasta el momento, por el ataque a Lautaro Alvaredo permanecen detenidos los únicos dos sospechosos que se entregaron a la Justicia: Fabricio Román Stella, de 18 años, y Ian Agustín Noguera Galeano, de 19 y presunto autor de la patada que le provocó la muerte cerebral a la víctima.
Parte de la pelea quedó registrada por una cámara de seguridad. En las imágenes, se observa a tres jóvenes lanzándose trompadas y patadas. Segundos después se suman otros más a la gresca. Hubo corridas, forcejeos y más golpes. Y en el medio, quedó Lautaro, enfrentado con dos personas.
Fuentes con acceso al expediente aseguraron a este medio que todo se desencadenó a partir de un altercado en el interior del boliche: “En principio habría sido una discusión o un problema típico de boliche lo que derivó en una pelea entre uno de los agresores y un amigo de la víctima, al cual le rompieron los lentes. Producto de eso, los sacaron”. El enfrentamiento siguió en la Plaza Ejército de los Andes, donde golpearon a Lautaro.