La causa judicial contra una maestra de La Plata, denunciada por un grupo de padres que la acusan de acosar sexualmente a sus hijos - alumnos de la escuela N°58 - continúa generando repercusiones. En las últimas horas, la docente señalada habló públicamente y se defendió por primera vez, junto a su abogado, brindando su versión de los hechos, en la que aclara qué tipo de relación mantenía con los adolescentes.
Se trata de Daniela Mujica, de 33 años, quien accedió a una entrevista televisiva en la que niega haber enviado fotos sugerentes a sus alumnos, y sostiene que las capturas de los chats que indignaron a los padres están sacadas de contexto. También reconoció que hubo “exceso de confianza” en la relación que mantenía con los niños.
“Se estuvieron tergiversando un montón de cuestiones. La foto que dicen que yo estoy mostrando los pechos, que se encargaron de publicar por todos lados y hacer las carteleras, en la que estoy con una remera musculosa blanca, es mía, personal. De ninguna manera la envié”, argumentó en Telenoche, en relación a una de las imágenes que circuló.
La situación de la docente se vio complicada en los últimos días, luego de que el abogado de las familias denunciantes, Martín De Vargas, agregara elementos a la causa -inicialmente caratulada como grooming- y a partir de las cuáles busca que los hechos se investiguen como presunto abuso sexual simple y amenazas agravadas contra los menores. En este sentido, el letrado aseguró a Infobae que presentó elementos probatorios “contundentes” e incluso adelantó que pedirá la detención de la maestra.
Frente a este escenario, en el reportaje la docente insistió en que los chats y las fotos están sacados de contexto y contó cómo era su relación con ellos. “No quería ser el tipo de docente que va y sólo hace su trabajo, siempre me llevé todas las cuestiones a mi casa, los problemas que ellos tenían, sus familias, en sus casas, me los llevaba y me involucraba como persona”, aseguró Mujica en su defensa.
La maestra también se desligó de las capturas de Instagram y Whatsapp que se difundieron, en las que se leen mensajes fuera del horario escolar y con vocabulario inapropiado. Sobre estas afirmó que los propios alumnos eran quienes sacaban imágenes de ella de sus redes y las viralizaban entre ellos.
En un tono autocrítico, la maestra reveló cuál cree que fue su error: “Fue el exceso de confianza desde un lado maternal. Creo que lo que más afectó en esta circunstancia es darse cuenta que los nenes me tenían agendada como ‘mami’, que los nenes me decían mamá. Ellos me venían a saludar todos los días en la puerta del colegio y yo los abrazaba y en frente de sus familias. Yo siempre fui así de suelta para hablar. Y me refiero a suelta, no con la connotación en la que están hablando, sino que siempre fui cariñosa. Siempre dije lo mismo con cualquier persona con la que yo hablo”.
Y agregó sobre cómo la afectó el caso: “Ahora no tengo una vida normal, no la tengo, la tuve siempre y hoy no la tengo, hoy no sé dónde vivo. Hoy mi hijo se siente angustiado por la situación, mi familia está tremendamente mal, no tengo la vida que tenía antes. Si es eso lo que les preocupaba, quédense tranquilos que no la tengo”, señaló luego de que su abogado, Álvaro Núñez, contara que recibió amenazas en su hogar.
Tras sus declaraciones, el representante de las familias denunciantes se pronunció con este medio respecto de las palabras de la maestra y remarcó que no pudo contestar acusaciones puntuales y contó cómo la versión de la acusada, al sostener que trató de mentirosos a los niños.
“Decir que los niños mienten es muy fuerte”, criticó Martín De Vargas sobre sus dichos. Y sumó sobre el avance de la causa: “De resultar en Cámara Gesell que los niños fueron abusados sexualmente, las penas contra ella podrían ser de 3 a 10 años de prisión. También tiene una sumatoria de hechos, porque tengo entendido, en base a las declaraciones testimoniales, que concurrirían en forma real varios delitos como abusos simples, grooming y amenazas. En esos casos podría ser mucho más de 10 años”.
El caso de la docente denunciada en La Plata
El hecho fue descubierto por una madre del curso que notó que la profesora enviaba mensajes al celular de su hijo fuera del horario del colegio. Al revisar el chat, corroboró que no se trataba de una conversación de tipo académica y alertó al resto de las mamás del grado a fin de que verificar si había más casos similares en el grupo.
De acuerdo a la denuncia, la docente mantenía un vínculo “de mayor confianza que las otras maestras” con los adolescentes de su clase y les había dado su celular y su perfil de Instagram para que le escribieran cuando “estuvieran aburridos”. En algunos de los mensajes encontrados se leía que la acusada los celaba y les escribía: “Sos mi rey”, “Yo sé que soy la única” o “qué lindos tus audios”.
Luego de que trascendieran los hechos, la maestra fue separada de su cargo. Además, el personal del gabinete psicopedagógico escolar se puso a disposición de las familias y los estudiantes para acompañarlos en el proceso
En el caso tomó intervención la Unidad Funcional de Instrucción N°18, a cargo del Dr. Hugo Tessón, y el Juzgado de Garantías N°2, a cargo de Eduardo Silva Pelosi.