Román Stella (18) fue detenido este jueves por la noche, acusado de participar en la agresión a Lautaro Diego Alvaredo, de 19 años, quien en la madrugada del pasado lunes fue atacado a golpes al salir de un boliche en Gregorio de Laferrere, y sufrió muerte cerebral tras recibir una patada.
Según confirmaron fuentes judiciales con acceso al expediente a Infobae, el sospechoso se entregó ayer alrededor de las 23 horas, en compañía de su padre, en una comisaría de la mencionada localidad bonaerense. Se le atribuye haber efectuado el golpe que dejó a la víctima en el suelo.
El joven fue acusado como coautor de homicidio y permanece bajo custodia en la dependencia policial.
A medida que la investigación avanza, el fiscal Matías Folino, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios Dolosos del Departamento Judicial La Matanza, tomará declaración indagatoria al imputado en las próximas horas. En tanto, la Policía Bonaerense continúa la búsqueda de un segundo sospechoso, Agustín Noguera Galiano (19), quien sería el autor de la patada final.
Aún no se determinó si, producto del golpe en la nuca, la víctima cayó inconsciente al suelo.
Al mismo tiempo, las fuentes indicaron que buscan identificar a un tercer agresor. Es quien, se cree, le pega otro golpe al joven, cuando está en cuclillas, antes de caer.
Hasta el momento, Lautaro permanece internado en una clínica de Moreno. Las expectativas de recuperación son “nulas”, según refleja el último parte médico. No obstante, los padres del chico “esperan un milagro” y por eso no autorizaron la donación de sus órganos. Así lo comunicó el doctor Silvio Ortuondo, auditor médico del centro sanitario.
Ante la prensa, el profesional de la salud habló de un cuadro irreversible y de un paciente que “está exactamente igual que a su ingreso”. “Recién acabo de hablar con los padres. Se les explicó toda la evolución del paciente. Se les dijo que, de un cien por ciento, hay una posibilidad de que salga adelante, pero eso solo Dios lo sabe”, detalló el médico y contó que, en ese contexto, les sugirió a los papás de Lautaro que contemplen la situación de extubar a su hijo, indicándoles que podrían “hacer el milagro para otras personas” mediante la donación de sus órganos vitales.
“Es un cuerpo de 19 años que puede ayudar a mucha gente que está esperando el trasplante de algo para poder seguir viviendo”, explicó Ortuondo y reveló que la decisión de los Alvaredo fue “no autorizar al Incucai” (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) para que realice el procedimiento y “esperar un milagro para que el chico salga adelante”.
Sin embargo, Diego Alvaredo, padre de la víctima, explicó este viernes que ni él ni la madre quieren desconectarlo. “Ningún padre quiere eso para su hijo”, aseguró en una entrevista con Radio Splendid.
“Lautaro está estable. Todos estamos rezando con mucha fe para que despierte en cualquier momento”, añadió Diego, tras confirmar que el diagnóstico de su hijo es de “muerte cerebral”.
Además, instó a las autoridades a ser “más duras” en la sanción a los presuntos agresores de su hijo, “para que el mal ejemplo sea castigado como corresponde”.
“Los médicos dicen que hicieron todo lo posible, pero él reacciona cuando yo le hablo, le aumentan las pulsaciones”, concluyó.