Caso Lautaro: cómo sigue la búsqueda de los agresores, mientras su familia espera un milagro ante su grave estado

El chico atacado a la salida de un boliche en Laferrere presenta un cuadro “irreversible”, según el último parte médico. Sus seres queridos se aferran a un “acto de Dios”

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Así fue la pelea a la salida del boliche en Laferrere

Lautaro Alvaredo (19) permanece internado con muerte cerebral en una clínica de Moreno, luego de ser atacado a golpes a la salida de un boliche de Gregorio de Laferrere, la madrugada del lunes pasado. Las expectativas de recuperación son “nulas”, según refleja el último parte médico. No obstante, los padres del chico “esperan un milagro” y por eso no autorizaron la donación de sus órganos. Así lo comunicó este jueves el doctor Silvio Ortuondo, auditor médico del centro sanitario.

Ante la prensa, el profesional de la salud habló de un cuadro irreversible y de un paciente que “está exactamente igual que a su ingreso”. “Recién acabo de hablar con los padres. Se les explicó toda la evolución del paciente. Se les dijo que, de un cien por ciento, hay una posibilidad de que salga adelante, pero eso solo Dios lo sabe”, detalló el galeno y contó que, en ese contexto, les sugirió a los papás de Lautaro que contemplen la situación de extubar a su hijo, indicándoles que podrían “hacer el milagro para otras personas” mediante la donación de sus órganos vitales.

“Es un cuerpo de 19 años que puede ayudar a mucha gente que está esperando el trasplante de algo para poder seguir viviendo”, explicó Ortuondo y reveló que la decisión de los Alvaredo fue “no autorizar al Incucai” (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) para que realice el procedimiento y “esperar un milagro para que el chico salga adelante”.

Lautaro Alvaredo permanece internado con
Lautaro Alvaredo permanece internado con muerte cerebral

En la puerta de la clínica también habló hoy el padre de Lautaro, Diego Alvaredo. Sin consuelo, volvió a expresar su indignación por la demora de la asistencia médica a su hijo inmediatamente después del ataque y reflexionó sobre los reiterados episodios de violencia entre jóvenes.

“No se lastima a una persona de esa forma. No hay ninguna lógica que entre en la cabeza de alguien normal lastimar así a otra persona. ¿Por qué no le pegaron una patada en el culo, en la pierna, en los brazos? O quizás una piña en la boca que demuestre que ellos eran más guapos que mi hijo cuando él no se defendió. ¿Por qué lo intentaron matar? No lo entiendo”, dijo.

Mientras tanto, fuentes judiciales comunicaron que los investigadores trabajan en reconstruir la agresión y hacia esta tarde continuaba la búsqueda de los autores, un grupo de chicos de entre 18 y 20 años. Uno de ellos es Ian Agustín Noguera Galiano (19), quien sería el autor de la patada final. Otro sospechoso identificado por los detectives se llama Román Faray, señalado como el joven que le pega un golpe en la nuca a la víctima, cuando intentaba reincorporarse. Por esa trompada, Lautaro cayó al piso y quedó indefenso.

Al mismo tiempo, las fuentes indicaron que buscan identificar a un tercer agresor. Es quien, se cree, le pega otra patada a la víctima, cuando está en cuclillas, antes de caer al suelo.

Desde la cínica donde se
Desde la cínica donde se encuentra internado, indicaron que la salud del joven es irreversible, aunque la familia espera un milagro

La investigación del caso está en manos del fiscal Matías Folino, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI), Temática Homicidios Dolosos del Departamento Judicial La Matanza. Ya se realizaron varios allanamientos. Uno fue a la casa de Noguera Galiano, quien fue defendido públicamente por su madre.

La mujer, llamada María, pidió que se investigue lo que sucedió, ya que su hijo le contó otra historia y expresó que lo ocurrido fue “una desgracia”. “Dicen que mi hijo estaba con una patota. Yo hablé con él, su amigo y su amiga. Ellos eran solo tres y nos dijeron todo lo contrario”, sostuvo ante las cámaras de Telefé Noticias.

La madre reconoció que hubo un conflicto adentro del boliche, que su hijo fue quien le rompió un anteojo a otro joven y que ese fue el motivo por el que lo sacaron del boliche. Ya afuera del local bailable “le empezaron a reclamar (el dinero de los lentes) y se pelearon”, contó.

Luego, volvió a insistir en que Ian no estaba acompañado por un grupo numeroso. “En un momento se peleaba contra uno y a su amigo lo agarraron entre tres, pero no entiendo por qué dijeron que estaba con una patota. Esto fue una pelea y yo no justifico lo que pasó, lamento la pérdida porque mi hijo tiene la misma edad y yo pido que investiguen porque la cara de mi hijo está en todos lados, pero esto fue una desgracia”, cerró.

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