Daniel Gonzalo Loza, alias “Junior”, heredero del poderoso clan Loza, fue detenido por agentes de Interpol cuando caminaba por una calle de Martínez, en la zona norte del conurbano, indicaron fuentes policiales a Infobae.
El hijo menor de José Gonzalo Loza, el líder del grupo que murió en un hospital de Málaga el 6 de noviembre de 2019, era requerido por la Oficina Central Nacional Madrid por registrar captura internacional, solicitada por España, detallaron las fuentes. Lo acusan de pertenecer a “una estructura criminal que se dedicaba al lavado de activos procedente de la comercialización y contrabando de estupefacientes”.
“Junior” fue grabado conversando con su padre, internado en la habitación 808 del centro de salud. Antes de morir, el capo narco le explicó los secretos del negocio. El joven fue condenado en 2021 a seis años de prisión por el Tribunal Oral en lo Penal Económico N°3 por los delitos de asociación ilícita, contrabando de divisas en grado de tentativa y lavado de activos, pena que confirmó la Cámara de Casación en septiembre de este año.
Aunque consiguió salir en libertad, el país europeo ahora pide su extradición para juzgarlo en ese territorio, por un cargamento de 1200 kilos de cocaína secuestrado en Granada, en octubre de 2017.
Por ese caso, fue arrestado en General Pacheco al 1100 por la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de Interpol de la PFA. De acuerdo con la investigación, en la que participó la Procunar, a cargo de Diego Iglesias, la organización adquiría cocaína en el país y la transportaba vía marítima o aérea hacia España, donde era distribuida por todo Europa.
El dinero obtenido por la venta de drogas regresaba a la Argentina, donde era invertida en la compra de inmuebles y autos de alta gama. Incluso, el grupo fue célebre por adquirir una Ferrari que había pertenecido a Diego Maradona.
La asociación criminal tuvo impacto en países como Italia, Irlanda, Inglaterra, Bolivia, Colombia y Perú.
Al mismo tiempo que Loza fue detenido, en San Fernando, otro importante integrante del grupo. Se trata de Gerardo César Guiccione, que había sido condenado a siete años de cárcel.
De acuerdo a las fuentes, la “Operación Transatlántico 2.0″ implicó arduas tareas de investigación realizadas por los federales, que contó con la explotación de base de datos con la que cuentan Organización Internacional de Policía Criminal (OIPC) y un intercambio de información con agentes de la Oficina Central Nacional Madrid.
De esta manera, se logró establecer y localizar al entorno familiar de los prófugos, que residían en el ámbito del partido de San Fernando y Martínez.
Loza y Guiccione fueron puestos a disposición del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 2 de San Isidro, a cargo de Lino Claudio Mirabelli, para ser sometidos a un proceso de extradición. Ambos fueron alojados en la Alcaldía de Cavía.
En septiembre de 2022, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por el doctor Javier Carbajo -como Presidente- y los doctores Mariano Hernán Borinsky y Guillermo J. Yacobucci, resolvió por unanimidad confirmar las condenas de Alan Loza (4 años de prisión), Estela Mari Gallo (6 años de prisión), Juan Carlos Fernández (4 años y 6 meses de prisión), Clara Luz Fernández (5 años de prisión), Gerardo César Guccione (7 años de prisión) y Javier Eduardo Silveira López (4 años de prisión).
Por mayoría, conformada por los jueces Carbajo y Borinsky, también se confirmó la condena de Gonzalo Loza a 6 años de prisión. Por mayoría -conformada por los jueces Carbajo y Yacobucci- se absolvió a Erwin Loza y William Oscar Weston Millones por uno de los sucesos calificados como contrabando de divisas, mientras que se mantuvo la condena por los delitos de lavado de activos y asociación ilícita.