El ladrón disimula, camina frente a la moto estacionada en una vereda de General Rodríguez. No es cualquier vereda, eh. Es la que queda justo enfrente de la delegación de la Dirección de Investigaciones de Moreno, la DDI del distrito. Poco le importa. Va y vuelve como distraído. Mira para un lado y para el otro. Se asegura que nadie lo esté mirando y, cuando cree que es el momento preciso, sin testigos a la vista, se sube a la moto, la destraba con hábiles y rápidos movimientos; y concreta el robo.
El protagonista de la escena nunca levantó la mirada y notó la cámara de seguridad que estaba registrando paso a paso el asalto. Lo capturaron.
Justamente, ese material fílmico fue clave para que detectives de la Sub DDI de General Rodríguez llegaron hasta la puerta de su casa, ubicada en la calle Caratini al 1000, en la zona Oeste del Conurbano, con una orden de detención por “hurto agravado” emitida por el juzgado de Garantías N°1, de Adriana Alicia Julián, y pedida por la UFI N°10, a cargo de Gabriela Urrutia, ambas del departamento judicial de Moreno-General Rodríguez, indicaron fuentes del caso a Infobae.
El detenido, identificado como E.U.L., de 25 años, fue arrestado y quedó incomunicado. En la propiedad, los agentes encontraron las mismas prendas de vestir que usó en el momento del robo, en el que no tomó la precaución de taparse el rostro.
Los investigadores creen que pasaba por el lugar, en el cruce de Pasaje Serafín Bonino e Intendente Pedro Whelan, vio la oportunidad y la tomó. De acuerdo a la información, la dueña de la moto la había estacionado frente a su lugar de trabajo y a metros de la DDI de Moreno - General Rodríguez.
Incluso, las fuentes deslizaron que el joven se dedicaba a este tipo de hurtos con la misma modalidad pero no supieron precisar sus antecedentes.
El robo de motos es uno de los más frecuentes en los últimos tiempos. Por caso, el domingo por la noche un hombre de 58 años resultó herido de dos balazos en las piernas por delincuentes que lo persiguieron desde Avellaneda hasta una estación de servicio del barrio porteño de Barracas, ubicada en la avenida Montes de Oca y Martín García, para sustraerle su Yamaha Super Tenere.
Cuando la víctima logró refugiarse entre los automovilistas que cargaban nafta, los ladrones le dispararon y escaparon. Uno de los proyectiles le impactó en el pie izquierdo y otro le rozó la rodilla derecha.
A principios de octubre, en la localidad de San Miguel dos ladrones ingresaron a la cochera de un edificio y se llevaron una moto, aunque luego no pudieron encenderla y terminaron detenidos. La secuencia quedó registrada por cámaras de seguridad que resultaron claves para atrapar a los delincuentes.
El frustrado robo ocurrió en un inmueble de la calle Conesa. Los ladrones accedieron al sector de estacionamiento por medio de una puerta lateral y poco después escaparon con una moto Honda Twister azul.
Los delincuentes no lo advirtieron, pero en ese momento estaban siendo observados por el encargado del edificio -que inmediatamente le avisó al dueño del rodado- y también por un vecino que envió un mensaje de audio a Ojos en Alerta -el sistema municipal de contacto de WhatsApp directo entre los ciudadanos y la Policía-. De esa manera, se activó el protocolo de acción dentro del Centro de Monitoreo (COM). Y los capturaron.