Horas después de ser detenido por la Policía de la Ciudad, el violador de Las Cañitas —Pablo Antonio Díaz— se presentó este viernes a la audiencia indagatoria y se negó a declarar ante el juez Manuel de Campos que lleva adelante su causa. Continuará detenido por robo y abuso sexual.
Así lo informaron fuentes judiciales, las cuales indicaron que el hombre —acusado de haber asaltado y agredido sexualmente a una empleada de 20 años en una panadería— fue asesorado por su defensa oficial y prefirió no emitir declaraciones frente al magistrado y el fiscal Carlos Velarde, que también se encarga del caso.
Según señalaron, Díaz había sido trasladado al mediodía desde el barrio porteño de Parque Avellaneda, donde estaba alojado, hacia la alcaidía de la Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal (SPF) en el Palacio de Tribunales, en la que se desarrolló la jornada.
Una vez en la sala del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 5, ubicado en el sexto piso del edificio, se le leyó la imputación completa que pesa en su contra y las pruebas que lo incriminaron en el hecho. Entre ellas, el análisis de las huellas dactilares halladas en un envase de jugo que lo identificaron como el agresor sexual.
Es que al momento de cometer el abuso, Díaz salió del local y se fugó cubriéndose el rostro. La precaución que tomó casi le resultó efectiva para que el crimen quedara impune. Excepto que cometió un error: no tiró el tetrabrik que tenía en su mano, el cual fue secuestrado por los agentes de Científica de la fuerza porteña para ser peritado en busca de rastros.
El envase tenía numerosas huellas dactilares de diferentes personas, entre ellas, la de la víctima. Fue así que se logró individualizar la pequeña estampa de un meñique, que fue clave en la investigación.
No fue la única pista importante: también descubrieron, gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad, que el hombre tenía tatuajes en ambos brazos, los cuales comenzaron a cotejarlos con una base de datos policial que contiene fotos de dibujos en la piel que llevan los criminales. El análisis fue positivo.
El caso
El ataque ocurrió pasadas las 7.30 del domingo 29 de octubre en el café y panadería “Craft Vegan Bakery”, ubicado en Soldado de la Independencia 772, entre Matienzo y Jorge Newbery. La empleada, de 20 años, había dejado aún la cortina baja, pero la puerta de esa persiana estaba abierta, ya que esperaba la llegada del proveedor que todas las mañanas le entrega el pan y el resto de los productos.
Aprovechando que esa puerta estaba sin traba, el hombre entró al local para concretar primero un robo y luego el ataque sexual. Estuvo aproximadamente media hora dentro del negocio.
Tras conocerse el ilícito, los oficiales de la División Delitos contra la Integridad Sexual de la Policía porteña realizaron un rastreo por las cámaras de seguridad y desplegaron un operativo en el que lograron dar con él y finalmente detenerlo.
Luego de su captura este miércoles, el Ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Gustavo Coria, felicitó al personal policial por el operativo a través de un mensaje por la red social X (ex Twitter) y calificó al agresor como una “basura” y dijo que debe “pudrirse en la cárcel”.
“Detuvimos al presunto violador que atacó a una mujer en una panadería de Palermo. Este tipo de basuras tienen que pudrirse en la cárcel. Quiero agradecer a la Policía de la Ciudad por el gran trabajo que llevó a cabo para capturarlo. También, enviarle un fuerte abrazo a la víctima y a su familia. Todo el equipo del Ministerio de Seguridad porteño está a su disposición”, señaló.