El crimen de Tomás Sánchez, el ex juvenil de Midland asesinado a sangre fría el pasado fin de semana, atravesó de dolor a su familia. Desde el domingo a la madrugada, cuando recibieron el llamado en el que les comunicaron el asesinato, su cotidianidad se convirtió en la peor de las pesadillas. Y como si el duelo de la pérdida abrupta no fuera suficiente, se les sumó una preocupación más: las amenazas que comenzaron a recibir a diario.
Algunos son mensajes intimidatorios enviados por Instagram desde cuentas fantasmas. Pero otras son advertencias más explícitas que llegan directamente como notas o por intermediarios a la casa de la víctima, ubicada en la localidad de Libertad, en Merlo.
En diálogo con Infobae, María, la mamá de Tomás, y su hija Camila afirman que los emisores son allegados de los adolescentes acusados de cometer el homicidio. Todos quedaron grabados por las cámaras de seguridad del parque “Cancha de Patos” que registró el suceso.
Acosan a la familia de Tomás por insistir con el pedido de justicia y el avance de la investigación, la cual tiene como principal sospechoso de cometer el disparo letal a un adolescente de 17 años. Este, según confirmaron fuentes del caso a este medio, ya fue identificado y está siendo buscado por las autoridades.
“La mamá de uno de los involucrados nos hizo llegar que, si nos metíamos con su hijo, nos iba a matar a todos. Es una locura, no sé cómo les da la cara. No les importa nada”, reveló la hermana del adolescente fallecido.
Las intimidaciones que reciben en su barrio son las que más atemorizan a la familia del joven que soñaba con ser jugador de fútbol. Sin embargo, no son las únicas: Infobae accedió a algunos de los chats en los que usuarios recién creados se reían de la muerte de Tomás y respondían las fotos de los presuntos homicidas invitando a un enfrentamiento cara a cara.
“Acá estamos para lo que sea y nos plantamos”, se lee en uno de los mensajes enviados por Instagram. En otro, mandaron una dirección alegando que allí estaba una de las personas que buscaban. Les advirtieron: “Caigan si se la bancan”.
“Tamos ready para la guerra” (sic), dice otro, también con la intención de invitarlos a pelear. El último, desafiante al igual que el resto, alienta: “Caigan cuando quieran”.
En consecuencia, la madre de la víctima dio aviso a la comisaría y solicitó custodia policial en su hogar: “Somos gente laburante, yo soy personal de maestranza y me levanto tres y media de la mañana para ir a trabajar. Me asusta. Ahora hay tres patrulleros en la puerta de mi casa porque lo exigí”, contó María al respecto.
Este miércoles, familiares y allegados de Tomás Sánchez organizaron una marcha hasta la UFI N°1 de Responsabilidad Penal Juvenil de Morón que investiga el crimen. La extensa caminata, iniciada en Merlo, fue convocada con el objetivo de insistir con la búsqueda del presunto homicida y pedir por su captura.
“Quiero que esta persona esté presa. Desde que me sacaron a Tomás que yo ya no tengo vida. Hoy estoy de pie solo porque quiero justicia”, dijo su mamá.
El asesinato de Tomás Sánchez
De acuerdo con la investigación, el ataque aparentemente ocurrió tras una discusión que tuvo la víctima, de 18 años, con su asesino. Todo el hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad de la zona, que captaron la secuencia de principio a fin.
En las imágenes se puede observar cómo un grupo conformado por, al menos, nueve motocicletas pasó cerca de Tomás, que había llegado caminando. Los jóvenes lo increparon y hubo un intercambio de miradas desafiantes. Luego, uno de los motociclistas descendió del vehículo y comenzó a pelearse a golpes de puño con Sánchez, quien estaba vestido con un buzo marrón. En ese contexto, otro de los motociclistas sacó un arma de fuego y comenzó a dispararle. Un balazo impactó en el estómago.