“Embargaron a toda la Argentina. Se viene como un corralito distinto, tenemos que renovar toda plata, todos los dólares hay que cambiar”. El tono de alarma en el teléfono despabila a la jubilada que se había quedado dormida mirando “un programa” en la televisión. La mujer del otro lado insiste con el clima de crisis extrema.
“¿No viste el lío que hay?”, le pregunta y da la respuesta: “El país entró en default, hay un quilombo bárbaro”. “Está todo medio turbio, lo que me estás contando”, sospecha la víctima. “Agarrá los billetes y ponelos todos en una bolsa con los argentinos”, le indica quien, supone, es su hija.
“Dejate 5 mil pesos para comer y salí que está el muchacho afuera”, le ordena. La mujer obedece y le da a un desconocido 5 mil dólares y otra suma en pesos.
La conversación fue registrada por detectives de la Policía de la Ciudad, que investigaba a una banda de gitanos de Villa Lugano, dedicada a cometer estafas con la modalidad del “cuento del tío”, desbaratada en las últimas horas, tras un gran despliegue.
Otra de las escuchas, a las que tuvo acceso Infobae, pinta la escena de un familiar que fue arrestado por atropellar a una mujer. “Estaba embarazada, acaba de fallecer, perdió el bebé”, señala la mujer cuyo rol es principal en la organización, debido a que se encarga de hacer caer a las víctimas en un escenario ficticio para que entreguen sus ahorros en dólares de forma voluntaria.
En este caso, la mujer entregó 500 mil dólares a una joven que se presentó en su departamento, mientras la estafadora seguía todos los movimientos desde el teléfono.
A raíz de la investigación, una pareja fue detenida en el barrio de Villa Riachuelo acusada de cometer las estafas telefónicas a personas de avanzada edad. Con el dinero, adquirían autos de alta gama, detallaron las fuentes.
La causa se inició con la denuncia de una mujer a la que le robaron 800 mil dólares -entre efectivo y joyas- mediante el engaño conocido como “corrida cambiaria”, en el que un supuesto familiar llama para advertirle a la víctima que debe cambiar las divisas estadounidenses de “cara chica” ante una inminente corrida en el sector financiero.
En este caso, la víctima cree estar al habla con un familiar que -con distintos artilugios, que incluyen gritos desesperados y órdenes para que actúe con celeridad-, termina por convencerla de entregar sus bienes a una persona que llegará a la casa para buscarlos.
De esta manera, le entregó a los estafadores 160 mil dólares, joyas, dos relojes suizos, anillos de oro y platino, pulseras, una moneda mexicana y una medalla con cadena de oro.
En el caso, con intervención de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Número 18, a cargo de Marcelo Ruilópez, comenzó a trabajar personal de la División Defraudaciones y Estafas, dependiente del Departamento Delitos Económicos de la Policía de la Ciudad.
A partir de un relevamiento de cámaras de seguridad, y del Anillo Digital, los detectives lograron identificar la patente de un auto en el que se sospechaba que se movilizaban los estafadores y surgió que ,en una oportunidad, ese mismo vehículo había sido perseguido por las autoridades hasta encontrarlo en el barrio de Villa Lugano.
La investigación continuó con el análisis de perfiles de redes sociales y entrecruzamientos de llamados aportados por las antenas de teléfonos.
De allí se pudo identificar a dos personas, ambas integrantes de la comunidad gitana, que se dedicaban a cometer las estafas desde un domicilio ubicado en José León Suárez al 5400, del barrio porteño de Villa Riachuelo.
Por orden del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 40, a cargo de Paula González, la policía allanó esa casa, detuvo a la pareja acusada y secuestró un Volkswagen Fox blanco que se encontraba a nombre de uno de los imputados.
En el procedimiento, hallaron facturas de alquiler de cocheras en la calle J M Moreno, donde encontraron estacionadas dos camionetas Volkswagen Amarok, un Volkswagen Vento GLI y un Volkswagen Golf GTI blanco que fueron adquiridos con fecha posterior al robo cometido contra la mujer y que estaban también a nombre de los imputados. Deducen que compraron esos vehículos con el dinero de la estafa.
Además, en los procedimientos los efectivos les incautaron 11 teléfonos celulares, siete smartphones, una tablet, una notebook, un DVR del sistema de vigilancia, tres cajas de celulares, joyas, 200 dólares, pendrives, llaves de vehículos, tarjetas de débito de asignaciones familiares y documentación.