Un hombre fue condenado a cumplir una pena de prisión perpetua en Córdoba luego de haber sido encontrado culpable del asesinato de su vecino, a quien atacó mientras este se encontraba dormido. A pesar de que no se dieron a conocer los motivos por los que el agresor decidió acabar con la vida de la víctima, los peritos psicológicos determinaron que fue capaz de “comprender la criminalidad del acto”.
El crimen ocurrió el pasado 19 de abril de 2022 en la localidad cordobesa de Sebastián Elcano, perteneciente al departamento de Río Seco, cuando el único sospechoso por el hecho, identificado como Víctor Argentino Guzmán, asesinó a pedradas a su vecino, llamado Roberto Carlos “Cacuy” Torres, mientras éste se encontraba dormido en su casa. Luego de que el detenido fuera señalado como el único responsable del ataque, la fiscal a cargo de la acusación, Mónica Carolina Elías, solicitó que sea condenado a cumplir la máxima pena.
Previamente, Elías había imputado al acusado por el delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía”, en referencia a que la víctima no tuvo oportunidad de defenderse al no encontrarse consciente. De esta manera, la Cámara Criminal y Correccional de la Novena Circunscripción Judicial y los jurados populares aceptaron el castigo penal propuesto por la funcionaria pública, ya que éste fue señalado como el autor intelectual y material del crimen.
Luego de que finalizara el proceso de investigación, las autoridades determinaron que el condenado había ingresado esa noche a la casa de la víctima con el objetivo de asesinarlo a golpes con una piedra que habría cargado consigo. Según la información publicada por el Ministerio Público Fiscal (MPF) de Córdoba, Guzmán cometió el ataque “sobre seguro y sin riesgo”, puesto a que la autopsia que se le realizó al cuerpo descartó que haya habido un intento por resistirse o defenderse.
En cuanto a las pruebas que sirvieron para incriminar al imputado, la fiscal remarcó que las prendas que se secuestraron en el allanamiento realizado en la vivienda del agresor -bajo la sospecha de que habían sido las mismas que utilizó al momento de asesinarlo-, contaban rastros del ADN de la víctima.
De la misma forma, la pericia psicológica a la que fue sometido Guzmán reveló que “fue capaz de dirigir sus acciones y que comprendió la criminalidad del acto”, debido a que el hecho en sí habría demostrado cierta premeditación por parte del atacante al aprovecharse del estado de indefensión de Torres.
Los peritos separaron la historia de vida personal del agresor a la hora de presentar el informe final, en referencia a que éste presentaba un perfil compatible con el de un consumidor problemático de alcohol que desarrolló a temprana edad.
Por este motivo, los expertos negaron que la condición que sufría Guzmán hubiera influido en el homicidio de Torres. Por otro lado, las partes volverán a ser citadas a una audiencia que se celebrará el próximo 22 de noviembre, en donde los jueces harán la lectura de los fundamentos detrás de la condena.
Anteriormente, otro hombre fue detenido por la Policía de Córdoba el pasado 16 de mayo por haber asesinado a su vecino de una puñalada después de haber discutido por un choque. El hecho sucedió en la calle Juan Montalvo al 3400 del barrio Los Gigantes, ubicado en la zona norte de la Ciudad de Córdoba.
En este caso, el agresor fue un hombre de 73 años llamado Alberto Abregú, quien fue trasladado a la Cárcel de Bouwer bajo una prisión preventiva luego de haber asesinado a un joven de 25 años, identificado como Axel Brito. De acuerdo con la reconstrucción de la secuencia, Abregú habría chocado a un vehículo que pertenecía al entorno de Brito, lo que derivó en un enfrentamiento.
En ese momento, la víctima habría atacado al acusado con un elemento contundente antes de que el segundo lo agrediera con un cuchillo de uso doméstico. Según la información proporcionada por el diario La Voz, los policías que acudieron al lugar encontraron al joven tendido en el suelo, por lo que el personal del servicio de emergencias intentó reanimarlo sin resultados positivos.
Los resultados de la necropsia señalaron que la causa de muerte fue ocasionada por la puñalada que recibió en el tórax a la altura del corazón. No obstante, los agentes policiales procedieron a detener a Abregú en el lugar de los hechos.
Horas más tarde, el hombre fue imputado por el delito de homicidio simple por la fiscal Patricia García Ramírez, por lo que se prevé que sea condenado a una pena de entre 8 y 25 años en prisión. Frente a esto, la defensa del acusado trabajaría para demostrar que el acto cometido fue en “legítima defensa”, ya que habría sido agredido previamente por la víctima.