La División Antidrogas de Rosario de la Policía Federal arrestó este mediodía a Julieta Isabel Valenzuela, luego de que la Sala B de la Cámara Federal de Rosario revocó la excarcelación que había recibido el 28 de junio de 2022, 13 días después de que la misma división la arrestara. Así, la encontraron en la peatonal Córdoba de la ciudad santafesina y la esposaron cuando salía de hacerse las uñas en un local de la zona.
El delito que se le imputa: narcotráfico, con una participación clave en la banda de su entonces novio Emiliano Tisera, alias “Emi Trix”, considerado el mayor dealer de drogas sintéticas de Rosario, que utilizaba a policías como vendedores y custodios, con una causa en su contra investigada por el fiscal Javier Arzubi Calvo y el juez Carlos Vera Barros.
Dedicada a la manicuría, según ella misma, Julieta era casi una influencer en Instagram. Compartía sus rutinas de fitness para casi 13 mil seguidores. Posaba a bordo de motos jet ski en el río local, o en fiestas electrónicas donde bailaba hasta el amanecer.
La causa en contra de Tisera comenzó tras el relato de un delator, que afirmó que el hombre de 34 años, ex empleado de una droguería, viajaría a CABA cada 15 o 20 días para traer “pastillas de éxtasis y otras drogas o el polvo, ya que tendría una máquina para la fabricación de comprimidos a la que cambia de lugar cada tanto en departamentos que alquila en Funes o Roldán”.
Las fiestas electrónicas rosarinas, donde confluyen jóvenes de todo el interior para disfrutar de sets de célebres DJs, eran su territorio.
El policía Nicolás Balzi, de la fuerza santafesina, fue acusado de ser un presunto dealer de “Emi Trix”. Lo detuvieron el año pasado, en el mismo operativo en que cayó Valenzuela y su supuesto jefe. Le encontraron su pistola Bersa reglamentaria, su juego de esposas, su credencial de la fuerza y 32 mil pesos, además de treinta pastillas de éxtasis, 40 gramos de cogollos de porro, 18 gramos de cristal de MDMA, dos plantas de marihuana y dos planchas de 25 troqueles cada una de LSD.
Tenía sobres con los que diferenciaba sus pastillas, con formas del logo de una popular marca de chombas o la cara de Homero Simpson. Podía vender, según la acusación en su contra, un gramo de cristal de MDMA a 20 mil pesos, ciertamente caro, o pastillas a dos mil, precios que hoy se triplicaron con la inflación.
En el domicilio de Tisera se encontraron 600 mil pesos, algunas flores de marihuana y una pistola Browning 9 milímetros con tres balas.
También se allanó un departamento en la calle San Lorenzo que Tisera y Valenzuela, supuestamente, usaban de depósito: allí se encontraron más de 2 mil pastillas y 130 gramos de cristal, además de una balanza digital.
En el fallo que revocó la excarcelación, tras una apelación exitosa de Arzubi Calvo, el magistrado Aníbal Pineda marcó: “No puedo dejar de apreciar que en la presente causa, un juez de primera instancia concluyó que hay elementos de prueba suficientes para sostener que Julieta Isabel Valenzuela es presunta autora de los delitos de comercio de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada”.
La situación de crisis de inseguridad que genera el narcotráfico también fue considerada. “Tampoco puedo alejarme de valorar el impacto negativo que la excarcelación de este tipo de imputados provoca en los testigos y denunciantes que deberán soportar la convivencia en el vecindario con ellos, contra quienes luego en instancia de juicio deberán atestiguar”, aseveró.