El viernes pasado, Mauricio Jesús Laferrara, alias “El Caníbal”, condenado dos veces a prisión perpetua como jefe de sicarios del capo narco rosarino Esteban Lindor Alvarado, desapareció del Pabellón 11 del penal de Devoto. Literalmente se esfumó. Hicieron un recuento para hallarlo, todos los mecanismos de rigor, los presos al patio, a los gritos, pero “El Caníbal” ya se había ido. Un alta fuente en las fuerzas de seguridad, en diálogo con Infobae, cree que escapó de forma un tanto irónica: se fue, literalmente, por la basura de la cárcel y que volvió a Rosario.
Otra alta fuente en la Justicia sospecha algo más siniestro. La fuente indica: “El tipo no debería haber estado en Devoto nunca por sus características. Devoto no es una cárcel de máxima seguridad. Delincuentes así van a Ezeiza o Marcos Paz. A qué fue a Devoto, estamos chequeándolo. Por lo visto, fue por una orden judicial de Rosario de hace un año. El Servicio Penitenciario debería tener un protocolo para plantarse ante decisiones infundadas de los jueces. Como decía, Devoto no es máxima seguridad y Laferrara es el jefe de los sicarios de Alvarado. Sin participación interna nadie se fuga de allí, así que sí, es nebuloso”.
Hay un rumor en la radio del hampa que indica que a “Caníbal” lo habrían matado. Por lo pronto, ninguna prueba en manos de fiscales y policías apunta a ello. No está muerto, solo suelto. Su jefe, Lindor Alvarado, había intentado fugarse en marzo de este año del penal de Ezeiza en helicóptero con René Ungaro, “El Brujo”, otro capo narco rosarino. No tuvo éxito. Un celular encontrado de casualidad por el SPF frustró su plan. Laferrara tuvo éxito, por lo visto, con mucho menos vuelo.
Horas después de la fuga, se conformó un equipo especial para recapturarlo, con una noticia del Tribunal Federal N°2 de Rosario, que tenía en sus manos la última condena de Laferrera, cinco años por hechos de narcotráfico. Vendía polvo además de matar gente. El equipo está integrado por agentes de la División Búsqueda de Prófugos de la Policía Federal, la división equivalente de la Policía de la Ciudad y la Unidad Especial de Investigación del Crimen Organizado de Santa Fe, cuyos agentes fueron los encargados de la detención del pistolero el 18 de octubre de 2019 en el macrocentro de Rosario.
La PROCUNAR, el área de narcotráfico de la Procuración, también interviene en la búsqueda. Por cuestiones jurisdiccionales, hay una causa en la Fiscalía en lo Penal y Contravencional N°25 por evasión.
La Unidad Especial de Investigación del Crimen Organizado de Santa Fe que participa en la búsqueda está encabezada por el comisario Maximiliano Bertolotti, quien estuvo a cargo de los allanamientos y tareas de inteligencia en la causa contra Esteban Alvarado. Incluso, fue uno de los tres policías que detuvo al jefe narco en Embalse Río Tercero, en un complejo de cabañas.
Es decir, a Laferrara, casi todo el sistema penal lo persigue.
Quién es Mauricio “El Caníbal” Laferrara
Después de haber sido buscado en múltiples procedimientos en Rosario, Laferrara cayó el 18 de octubre de 2019 en una casa del barrio Echesortu, en un allanamiento hecho por la Tropa de Operaciones Especiales de Santa Fe, que por entonces lideraba el propio Bertolotti. En ese operativo se incautaron 435 gramos de cocaína, 6.000 dólares y 1.400.000 pesos.
Mauricio era, según fiscales provinciales e investigadores policiales, el sicario preferido de Alvarado y quien coordinaba los ataques a tiros para la organización rival a Los Monos. El año pasado, en dos juicios diferentes, la Justicia provincial le dio la pena a prisión perpetua. Uno de ellos, que terminó en abril de 2022, por haber matado a un joven en un comercio. El otro, que culminó dos meses después, por haber cometido otros cinco homicidios. Por su parte, el Tribunal Oral Federal Nº 2 de Rosario le dio sus 5 años por narcotráfico.
La primera sentencia fue por una violenta irrupción de un grupo de gatilleros ocurrida el 7 de septiembre de 2019 en una distribuidora de gaseosas ubicada en el barrio Plata de la zona sudoeste de Rosario, donde Laferrara asesinó a Cristian Beliz (27) e hirió al dueño Oscar César García y a otro hombre que estaba en el lugar. Según figura en la investigación, el propietario del lugar, conocido como “El manco” o “El gitano”, había tenido relación con Los Monos y usaba ese local como “pantalla para otros negocios”. García ya era conocido en el radar policial y judicial, puesto que en mayo de 2019 había recibido una condena a 3 años de prisión condicional por asociación ilícita, estafa, defraudación, usurpación y lesiones calificadas.
La otra causa por la que afrontó una condena a prisión perpetua es la que impulsaron los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery contra la organización liderada por el capo narco Esteban Lindor Alvarado, donde Laferrara fue imputado por asesinar a cinco personas.
Los fiscales le atribuyeron haber sido el autor del triple crimen de Gerardo “Abuelo” Abregú (40) y los hermanos Ezequiel “Parásito” (38) y José Horacio “Grasita” Fernández (30), presuntos integrantes de Los Monos que fueron acribillados en el interior de un auto el 16 de abril de 2018 en la vecina ciudad de Granadero Baigorria.
Schiappa Pietra y Edery también acusaron a Laferrara de haber llevado adelante el secuestro, tortura y asesinato de Cristian Enrique el 23 de octubre de 2018. El cuerpo de la víctima fue hallado tres semanas después em un zanjón a la altura de la ruta 14, entre el kilómetro 6 y 7. El crimen fue cometido aparentemente, en venganza por un ataque que había sufrido un familiar del integrante de la banda de Alvarado.
El último de los crímenes que le endilgaron a “Caníbal” fue el secuestro, tortura y ejecución del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido el 11 de noviembre de 2018. El cadáver de la víctima fue encontrado dos días después en la zona de Circunvalación y Oroño, donde nace la autopista Rosario-Buenos Aires, con un cartel entre su ropa que decía “Con la mafia no se jode”. Luego, los fiscales Edery y Schiappa Pietra explicaron en el juicio que Alvarado utilizó ese sello característico de Los Monos para atribuirle a su enemigo delitos que en realidad había cometido su banda.