Yucheng Chen fue acribillado de un tiro en el cráneo el 2 de julio pasado. El crimen ocurrió frente a su mercadito, ubicado sobre la calle Pichincha, en el barrio de Balvanera. Su pareja estaba junto a él, una testigo involuntaria de la ejecución.
Ella misma reportó el crimen al 911. Personal del SAME llevó a Yucheng todavía con vida al hospital Ramos Mejía, donde se le diagnosticó la muerte cerebral. Murió finalmente 48 horas después. La bala en su cabeza se fragmentó al golpear contra el hueso, fragmentos fueron recuperados por el forense.
El arma asesina fue recuperada también, un revólver Smith and Wesson calibre .38 special, el mismo que le quitó la vida a John Lennon. El homicida de Yucheng, vestido con una campera naranja, la arrojó dentro de una boca de tormenta en la esquina de Matheu e Hipólito Yrigoyen mientras huía.
La pareja de Yucheng declaró en la causa que buscó resolver el crimen, a cargo de la Fiscalía N°15, con el fiscal Santiago Marquevich -antes cabeza de la UFESE, hoy reconvertida en la nueva Unidad Fiscal Especializada en Criminalidad Organizada de la Procuración- y Emiliano Beola. La mujer aseguró que había visto a alguien merodeando por el mercadito un día antes. Lo cierto es que ya merodeaban la vida de Yucheng hace tiempo.
Dos meses antes de su ejecución, un sicario había intentado matarlo a tiros desde una moto mientras viajaba a bordo de un auto de una aplicación. Ocurrió a la salida del Casino de Puerto Madero, en un ataque de alto riesgo. La bala impactó en el vehículo. Yucheng sobrevivió.
Yucheng no se dedicaba solo a su mercadito. Tampoco iba al Casino a apostar. Era un prestamista de poca monta, cambista, dedicado a suplir a los jugadores de su comunidad, dicen algunos.
Hoy, el fiscal Marquevich da por esclarecido el hecho. La División Homicidios de la Policía de la Ciudad arrestó a Jeremías Cardozo, un hampón de una ranchada de la localidad bonaerense de Moreno. Lo acusan de ser el tirador. María Roldán y Marcos Soruco, también de Moreno, ligados al ataque, cayeron en los últimos días. Todos esperan sus indagatorias en las próximas horas.
La Policía de la Ciudad rastreó las cámaras de seguridad, que mostraron una camioneta Kia Sportage donde viajaban los sospechosos. El hallazgo de otro teléfono en el partido de Mercedes, en manos de un delincuente arrestado por robo, llevó a intervenciones telefónicas.
Sin embargo, todavía no se sabe quién encargó el asesinato, uno de los ataques sicarios más descarados en la historia porteña reciente, en una ciudad donde, al contrario de Rosario, el sicariato es cada vez más infrecuente.
Tampoco se sabe por qué mataron a Yucheng Chen.
Hay rumores en el hampa, atravesados por la lógica interna de la mafia china. Algunos ubican a Yucheng en la edad dorada de la violencia de una de las mayores tríadas de la Argentina, aseveran que a alguien como el prestamista no se lo ejecuta porque sí. Otros lo ubican en el lugar equivocado, con el negocio equivocado. Esos rumores también llegaron a la Fiscalía N°15. Por ahora, son solo rumores. Se incautaron varios teléfonos a los imputados. La respuesta al móvil del crimen podría estar allí.