Mauricio Mauro Cortez, uno de los motochorros acusados de matar a Hernán Albano Cocchiarella, un motociclista que fue asesinado en La Reja a fines de febrero, fue capturado horas atrás por la DDI de Moreno-General Rodríguez de la Policía Bonaerense en una casa de José C. Paz, donde se ocultaba, indicaron fuentes policiales y judiciales a Infobae. El homicidio quedó registrado por una cámara de seguridad.
Cortez, de 22 años, fue detenido en la casa ubicada en Calle Crucero, de la manzana 7 del Barrio Néstor Kirchner. Cuando vecinos y allegados notaron la presencia policial, lo ayudaron mientras intentaba escapar otra vez. A pesar de la resistencia, los detectives pudieron ponerle las esposas en el marco de la causa en la que interviene la fiscal Carina Saucedo, con la colaboración de Ezequiel Freydier de la ayudantía de Homicidios; y que instruye Sebastián Dileo. Lo acusan de ser el gatillero que le disparó a la víctima.
De acuerdo a fuentes del caso, Cortez iba junto a un cómplice en una Honda Falcon de color negro cuando interceptó a la víctima sobre el cruce de Belisario Roldán y La Piedad. Cocchiarella se trasladaba con su novia en una Honda XR 150. Luego de ponerse a la par, le dispararon al conductor dos veces en cabeza. Como resultado del ataque, ambos ocupantes cayeron y el ahora detenido se bajó del vehículo, tomó la moto de Cocchiarella y escapó.
Los investigadores pudieron saber que los delincuentes vendieron la Honda de Cochiarella y esa información fue clave para identificar a los sospechosos. El conductor de la moto sigue prófugo.
Cortez, que tiene antecedentes por robo y resistencia a la autoridad en San Martín, será indagado por el delito de homicidio criminis causa, que prevé una pena de prisión perpetua. En la causa interviene el Juzgado de Garantías N°1 de Moreno - General Rodríguez.
En las imágenes de las cámaras de seguridad puede verse cómo los delincuentes alcanzaron a la víctima y le dispararon dos veces. Tras el ataque, Cochiarella y su pareja cayeron sobre el pasto. Su novia, desesperada, pedía auxilio.
Tras un llamado al 911, una ambulancia llegó al lugar del ataque, pero Hernán ya estaba muerto. Según indicaron fuentes judiciales, recibió dos impactos de bala: uno en el hombro izquierdo, que quedó alojado en el pulmón, y otro en la boca, que fue hallado por los forenses que hicieron la autopsia en el cerebro.
“Mi hijo fue a buscar a la novia al trabajo. Cuando regresaban, estaban yendo a la casa de la suegra... No le dieron tiempo a nada, fue todo muy rápido”, dijo a la prensa el padre de la víctima. Y agregó: “Este es el paisaje de todos los días... A mí me robaron un montón de veces y no pasó nada. Esto es terrible. No tengo ganas de nada, pero esto se tiene que ver”, dijo su padre, Luciano Cocchiarella, tras el homicidio.
“Es un dolor muy grande, no se lo deseo a nadie, parece mentira, es una película de terror, agradezco a los medios presentes porque, si no fuese por ustedes, nadie se enteraría”, aseguró en el velatorio.
“Hacía poco que le habían robado otra moto y yo le decía: ‘Vendela, te ayudo a comprar un auto´. Y no quiso, pensó que no le iba a pasar nada”, contó Luciano, que recordó emocionado a su hijo: “Todo el mundo hablaba bien de él, era un ángel”.
Cocchiarrella tenía una hija de 8 años, trabajaba en el peaje de la Autopista del Oeste y ya había sido víctima del robo de otra moto pocos meses antes.