La Policía Bonaerense desbarató un casino clandestino que funcionaba en una cancha cerrada de piki vóley en la localidad de Melchor Romero, partido de La Plata. El procedimiento se realizó durante la madrugada de este sábado y, como consecuencia, tres hombres resultaron aprehendidos. Además, en el lugar —donde al momento del allanamiento había más de 40 personas, entre ellas dos menores— se secuestraron más de un millón y medio de pesos, dólares y euros, y un revólver.
Fuentes policiales comunicaron a Infobae que la investigación se desencadenó a partir de la denuncia de un vecino de la zona el jueves pasado. El hombre se acercó a dos oficiales del Grupo Táctico Operativo que realizaban un rastrillaje y les señaló un galpón ubicado sobre la calle 153 donde, según sus dichos, habitualmente solía reunirse gente para apostar ilegalmente en diferentes juegos de azar como dardos y naipes. Estos encuentros se daban los fines de semana, preferentemente.
Tras la denuncia se iniciaron acciones con la intervención del fiscal Álvaro Garganta, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°11 del departamento judicial de La Plata. Efectivos policiales de la Comisaría Primera constataron luego que en esa cancha de deportes cerrada a la vista del publico efectivamente se llevaba a cabo la actividad ilícita. La Justicia dispuso el allanamiento de urgencia. Agentes del Grupo de Prevención Motorizado, de Infantería y del Comando Patrullas también participaron del operativo.
Una vez dentro del establecimiento, encontraron a 35 hombres y seis mujeres, dos de ellas de 17 años. En su mayoría, estaban tomando alcohol y realizando apuestas alrededor de una mesa con paño de color gris, donde había naipes y vasos con dados. Todas las personas fueron reducidas e identificadas. Y a tres las aprehendieron: se trata de dos hombres de nacionalidad paraguaya, de 35 y 52 años; y de un argentino de 57.
Al registrar el lugar, los policías hallaron un arma de fuego marca Browning dentro de una habitación que era utilizada como despensa de bebidas. También una gran cantidad de billetes cuyo recuento dio como resultados las siguientes sumas: 1.650.000 de pesos, 50 euros y 300 dólares. Tanto la pistola —cuyo portador no contaba con la documentación que acredite la tenencia— como el dinero fueron secuestrados. Lo mismo sucedió con los elementos de juegos de azar, la red de piki vóley, dos pelotas, 35 teléfonos celulares y un vehículo Nissan March.
La causa fue caratulada como juego clandestino de azar y portación ilegal de arma de fuego. El primero de los delitos está contemplado en el artículo 301 bis del Código Penal, que establece que “será reprimido con prisión de tres a seis años el que explotare, administrare, operare o de cualquier manera organizare, por sí o a través de terceros, cualquier modalidad o sistema de captación de juegos de azar sin contar con la autorización pertinente emanada de la autoridad jurisdiccional competente”.
Respecto del otro delito, el artículo 189 bis determina que “la portación de armas de fuego de uso civil, sin la debida autorización legal, será reprimida con prisión de uno a cuatro años”. En este caso, existen varias salvedades: “Si las armas fueren de guerra, la pena será de tres años y seis meses a ocho años y seis meses de reclusión o prisión”. Además, “si el portador de las armas a las cuales se refieren los dos párrafos que anteceden, fuere tenedor autorizado del arma de que se trate, la escala penal correspondiente se reducirá en un tercio del mínimo y del máximo”.
“La misma reducción prevista en el párrafo anterior podrá practicarse cuando, por las circunstancias del hecho y las condiciones personales del autor, resultare evidente la falta de intención de utilizar las armas portadas con fines ilícitos”, también se refiere en el código. Y por último se agrega: “En los dos casos precedentes, se impondrá, además, inhabilitación especial por el doble del tiempo de la condena”.