Un árbitro fue reanimado en Córdoba luego de haber sido agredido a ladrillazos durante un partido de fútbol entre el club Urquiza y el Atlas de Brinkmann por el campeonato de Fútbol de los Barrios. El principal acusado se trataría de un ex jugador de fútbol y actual dirigente del Atlas, aunque en la causa hay un total de 22 imputados. “Estuvo muerto un minuto”, declaró un compañero del damnificado.
El ataque contra el referí ocurrió el pasado sábado 7 de octubre en el predio deportivo de Urquiza, ubicado en la localidad de Morteros, perteneciente al departamento de San Justo. De acuerdo con el relato del árbitro principal, identificado como Jorge, la víctima llamada Juan participó del arbitraje como uno de los jueces de línea. “El partido se desarrollaba en términos normales, no había nada fuera de lugar”, recordó.
El marcador estaba a favor del Atlas, hasta que se adicionaron seis minutos cerca del final. En ese momento, fue cuando el local convirtió un gol que igualó los resultados, lo que significaba que el visitante se quedaría afuera de la competencia y habría sido el disparador del conflicto. “La persona que ingresó a la cancha y tiró el ladrillo, creo que tenía todo calculado”, evaluó el juez deportivo al señalar que “hubo intención de homicidio hacia una persona que es mi compañero Juan”.
Durante un diálogo con el programa Todo Córdoba, de El Doce, el árbitro relató que “primero ingresó a la cancha, donde nos trata de pegar”, pero al no poder cumplir con el cometido, mencionó que el acusado “se dio toda la vuelta y por afuera del tejido perimetral tira una mitad de ladrillo que impactó en la zona craneal de Juan”.
Por este motivo, el equipo de árbitros decidió abandonar la cancha en dirección a los vestuarios al notar que el herido comenzó a sentirse mal. “Juan me empieza a decir que se sentía mal, que no veía, que veía borroso”, contó Jorge al agregar que decidieron acostarlo, en lo que esperaban la llegada de los servicios de emergencia.
La ambulancia que solicitaron no llegó a ingresar al lugar, debido a que indicó que los hinchas del Atlas no dejaron pasar al personal médico. Sin embargo, la responsable de reanimar a la víctima fue una estudiante de enfermería llamada Yamila Iturre, a quien el árbitro calificó como “un ángel de la guarda” porque “le hizo 13 RCP y le salvó la vida a Juan”.
“Estuvo muerto un minuto y 20 -segundos- y, gracias a Yamila, Juan volvió a vivir”, señaló Jorge al rememorar que su compañero le suplicaba a la joven que “no lo dejara morir porque tenía tres hijos”. Luego de que el árbitro se recompuso, fue trasladado hacia un hospital para que le realizaran una tomografía computada, con el fin de descartar la presencia de lesiones o coágulos en la zona golpeada.
Por su parte, la estudiante de enfermería relató en una entrevista para Radio 102.9 que el árbitro le manifestó que tenía dificultades para poder respirar y que “sentía que se iba”. Minutos más tarde, Iturre afirmó que no va a poder olvidar el momento en el que “él se queda sin respirar, que queda con los ojos abiertos y la mirada fija, atiné a hacerle el RCP”.
Asimismo, la mujer reconoció que para ella fue “un encuentro de muchas emociones”, debido a que su esposo también se dedica al arbitraje en ligas de fútbol. “Podría haber sido mi marido, yo también tengo hijos”, reflexionó al agregar que el hombre pidió que lo acompañara hasta el hospital que lo recibió para poder agradecerle por salvarle la vida.
Luego de que se radicara la denuncia en la Unidad Judicial de Morteros, la fiscal Silvana Quaglia quedó a cargo de la investigación de la causa que ya tiene a 22 imputados por el hecho, entre los que se encuentran miembros del cuerpo técnico, jugadores y dirigentes del Atlas de Brinkmann.
Por otro lado, la Liga Sabatina Clubes Unidos que está encargada de la organización del campeonato emitió un comunicado, en donde repudiaron los ataques en contra de los árbitros. En línea con esto, resolvieron eliminar al Atlas de la liga y a los demás clubes que aceptaran integrar en futuros torneos a jugadores, miembros del cuerpo técnico o dirigentes que hayan participado de la agresión.