En dos hechos ocurridos en Belgrano y Chacarita, tres ladrones de nacionalidad colombiana fueron detenidos por la Policía de la Ciudad cuando intentaban robar autos estacionados con la utlización de inhibidores de señal.
El modus operandi de robo de autos con inhibidor de señal es simple, una figura repetida en el hampa porteña en los últimos años: el delincuente se hace el distraído, acciona el aparato e interrumpe la señal que va del control remoto de la alarma al auto mientras el dueño del vehículo se va creyendo que lo cerró. En pocos minutos el ladrón ingresa al coche, roba todo lo que puede, cierra la puerta y se va. Cuando el propietario vuelve, encontrará las puertas cerradas como las dejó pero con el interior revuelto y ya sin sus pertenencias.
Uno de los episodios ocurrió ayer, alrededor de las 19 horas, en la intersección de Juramento y Montañeses, en la zona de Belgrano, donde personal de la División Investigaciones Comunales 13 de la Policía de la Ciudad observó a dos hombres en una actitud sospechosa. Al notar la presencia de los oficiales, ambos ladrones intentaron escapar.
Los efectivos fueron tras ellos y los interceptaron a los pocos metros. Al revisarlos, entre sus pertenencias, hallaron un inhibidor de señal y una llave de un vehículo Subaru. Los detenidos, identificados como R.A.M. y R.E.C, de 32 y 40 años, respectivamente, no pudieron justificar la procedencia de ambos elementos.
En ese caso, intervino en el hecho el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°55, a cargo de Alejandra Mercedes Alliaud, que dispuso la detención de los involucrados, ambos colombianos, de 32 y 40 años.
El segundo hecho ocurrió, cerca de las 15, en la avenida Corrientes al 6300, en Chacarita, donde un oficial de la Comisaría Vecinal 15 A de la Policía de la Ciudad fue alertado por una pareja. Le explicaron que un hombre que había intentado robar su auto.
Una de las víctimas de la tentativa de robo -y dueño del vehículo- dijo que había estacionado su Fiat Cronos y que su esposa se había quedado dentro. Fácilmente, la mujer advirtió que intentaban abrir el vehículo.
El delincuente, identificado como K.A.M. de 26 años, al percatarse de que había quedado una persona en el interior del auto, salió corriendo.
El oficial dio el alerta y el delincuente fue detenido en Jorge Newbery al 3900, a unas cinco cuadras del lugar donde intentó abrir el auto.
El sujeto fue requisado ante testigos, y dentro de la mochila tenía un handy Baofeng, utilizado como inhibidor de señal, y un lápiz con punta de diamante, utilizado para cortar vidrio.
También en este hecho, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 24 ordenó la detención del imputado y el secuestro del handy y el lápiz diamante.
La modalidad del robo a través de inhibidores de señal empezó a verse primero en la provincia de Córdoba y, luego, se trasladó a Buenos Aires. Los lugares que eligen para realizar los robos son las grandes avenidas. El otro escenario para este tipo de robos son los estacionamientos amplios de cualquier establecimiento comercial, sobre todo, los fines de semana.
Los ladrones suelen estar a unos 40 o 50 metros de distancia del objetivo que marcaron para robar. No necesitan estar más cerca, ya que el dispositivo funciona a distancia. Eso también dificulta la posibilidad de advertir su presencia.
Por lo general, las bandas delictivas suelen usar handys como inhibidores. Lo que hace el ladrón es modificar la frecuencia del aparato para “empatarla” con la de las alarmas. Ese “ancho de banda” es internacional y se difunde rápidamente en el mundo de la delincuencia.
Salir a robar con un inhibidor de señales inalámbricas tampoco es algo nuevo en la Argentina. Los ladrones de autos del 2018 heredaron el método de colegas delincuentes más ambiciosos: los piratas del asfalto.