Postergaron nuevamente el juicio por la joven que murió tras una fatal explosión en un bar de San Miguel

Pese a que se creía que el juicio se reanudaría el pasado viernes, un recurso presentado por una de las defensas obligó a suspender nuevamente la audiencia del juicio por la muerte de Lucía Costa Osores, la joven que falleció tras una fatal explosión en un bar de San Miguel. De esta manera, se postergó la otra jornada del debate.

Estaba previsto que la audiencia se realice el 6 de octubre en el Juzgado en lo Correccional N°3 de San Martín, en la que se esperaba que 11 testigos brinden su declaración del hecho. Sin embargo, la defensa oficial de Priscila Lucca, la mesera que desencadenó el incidente, interpuso otro recurso para que la imputada sea sometida a una pericia psicológica al alegar que no está en condiciones de afrontar el juicio.

Este sería el tercer pedido que solicita la acusada. Anteriormente, presentó un escrito poniendo en duda sus aptitudes para comparecer ante el tribunal, así como también solicitó cambiar su abogado particular por un defensor oficial. Presentaciones que retrasaban la reanudación del juicio.

Luego de realizar las pericias y, una vez que el se corrió al abogado particular que la representaba, la Justicia determinó que la joven acusada por la muerte de Osores estaba en condiciones de afrontar el debate oral, por lo que habían fijado para las 09:30 del viernes la audiencia.

Tras el pedido de la nueva defensa, la jueza Carolina Rubar decidió la suspensión del debate hasta que se adopte una resolución, sobre si se acepta o rechaza esta medida, algo que se espera suceda la semana próxima.

En consecuencia, Lorena Osores, la madre de la víctima, consideró este accionar como “una nueva maniobra dilatoria”, en un diálogo con Télam. En ese sentido, sostuvo: “Solo queremos que el juicio continúe y ahora quedamos a la espera sobre si esa pericia debe hacerse o no”.

“Nuestra abogada Liz Barrionuevo y la fiscal Ana De Leo ya adelantaron que ese tema debe resolverse lo antes posible. Después de tres años de esperar el juicio, apenas arrancó, ahora nos encontramos con estas trabas”, agregó.

Todo ocurrió el 9 de octubre de 2020, cuando la joven de apenas 18 años salió con un grupo de amigos a comer a Zar Burguers, un local gastronómico y cervecería ubicado en San Miguel, después de haberlo charlado más de una vez con su madre, debido a la situación sanitaria que se vivía a raíz del COVID-19.

En un momento de la noche, de acuerdo a lo que relataron testigos y según puede verse en las imágenes de una cámara de seguridad del interior del bar, Priscila se acercó a la mesa donde estaba Lucía con sus amigos con un bidón de cinco litros de combustible líquido, para mantener encendida la llama de una especie de brasero que funcionaba como centro de mesa decorativo.

Sin embargo, cuando la empleada intentó acercar el bidón para reponer el alcohol, se produjo una explosión que cubrió a Lucía y todos sus amigos en llamas.

Varias personas resultaron heridas y debieron ser trasladadas de urgencia a un hospital. En el caso de Osores, tenía más del 40% del cuerpo afectado por el fuego. Las llamas también habían afectado sus vías respiratorias. Debido a su gravísimo estado, la víctima fue derivada al Hospital del Quemado en Capital Federal, donde finalmente falleció al día siguiente, luego de dos paros cardiorrespiratorios.

Por este caso, además de Lucca, son juzgados el dueño del lugar Carlos Eduardo Oliverio y la encargada del local gastronómico Marina de los Ángeles Ramírez. Sobre los tres, recae las mismas figuras: homicidio culposo y lesiones culposas.

El proceso comenzó en septiembre del año pasado y, hasta el momento, solo declararon los padres de la víctima y algunos de los heridos en el hecho, pero aún falta conocer el testimonio de al menos otras 11 personas. En este contexto, se espera que las audiencias sean reprogramadas luego de que la jueza resuelva si hace lugar al pedido de la mesera.

En paralelo, el Juzgado en los Correccional N°2 de San Martín investiga la habilitación del local y si contaba con los permisos correspondientes para la actividad que realizaba, sobre todo en el contexto en que sucedió el incidente.