La semana pasada, una delegación de la Policía Federal encabezada por el comisario general Alejandro Ñamandú fue parte de la Conferencia Cibernética del Hemisferio Occidental, convocada por el Department of Homeland Security estadounidense, realizada en Washington DC, concentrada en la problemática del cibercrimen.
En el seminario, realizado en el edificio de la OEA, Ñamandú -titular de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, que engloba las divisiones encargadas de investigar homicidios, ciberdelitos, trata de personas, entre otros delitos complejos-, estuvo acompañado del comisario inspector Miguel Justo de PFA y el director nacional de informática Pedro Janises, del Ministerio de Seguridad. Entre los oradores, se encontraron autoridades de Homeland Security, de la OEA y de Interpol.
“Fuimos invitados por Homeland Security en concordancia con el FBI. El seminario se realizó en el edificio de la OEA, con delegaciones de Perú, Paraguay, Colombia y Chile. Argentina es punto focal en la materia. La Superintendencia tiene la Dirección de Cibercrimen a su cargo. En el encuentro se habló en tres jornadas sobre ciberseguridad y ciberdelincuencia. Allí, PFA presentó los casos que trabajó exitosamente, algunos en coordinación con otros países”.
“Luego, fuimos recibidos en el FBI por el Departamento de Investigaciones, donde conocí a mi par en el Federal Bureau, con una reunión de dos horas”, continuó Ñamandú. Tras su paso por Washington DC, visitaron la central del FBI en Quantico, Virginia, donde presenciaron ejercicios de formación de cadetes.
Los días 3 y 4 de noviembre, se realizará en Buenos Aires el encuentro de I-CAN, un esfuerzo de Interpol y autoridades de las fuerzas de seguridad italianas contra la proliferación de organizaciones mafiosas como la N’Drangheta a nivel global, principalmente en delitos como lavado de activos y narcotráfico. Por otra parte, hace diez días, se entabló un principio de acuerdo para intercambiar información en el marco del pacto firmado entre Argentina y Estados Unidos en el CCK, en un acto donde estuvieron presentes el embajador Marc Stanley, Aníbal Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa.
En este acuerdo, se habló de operaciones conjuntas entre el FBI y Argentina.
El encuentro de I-CAN es clave a nivel estratégico. A mediados del mes pasado, frente a un auditorio colmado en el Departamento Central de la Policía Federal en la calle Moreno, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, anunció la creación de la Unidad Antimafia de la Policía Federal Argentina, para investigar la ruta del crimen organizado en la Argentina, bajo la esfera de la Superintendencia que encabeza Ñamandú.
La presencia de la N’Drangheta fue establecida en la Argentina en los últimos años, principalmente por la PFA.
En julio de 2020, por ejemplo, se arrestó a un grupo de hombres acusados de ser parte de la ‘NDrangheta, la mafia calabresa, radicados en la Argentina, con jugadores como Giovanni Di Pietro, alias “Massimo Pertini”, buscado por el secuestro del hijo de un empresario que terminó muerto tras 21 días de cautiverio con cuatro balas por la espalda. Giovanni tuvo un DNI argentino con su nombre real, número 95 millones, con un domicilio en la calle Malabia, sin tarjetas ni cuentas bancarias a su nombre, un fantasma con un DNI perfectamente legal.