El mundo de la Policía Bonaerense en WhatsApp puede ser interesante. Concentra a grupos divididos por camadas de la academia Vucetich, tropas zonales, camarillas y grupos de amigos. Hablan de rencillas, de compañeros corruptos que terminan detenidos, de las penurias y las ordalías propias de su trabajo y su institución, en una provincia atravesada por la violencia. Los rumores y las noticias se mueven rápido allí, principalmente en la forma de partes, el formato de comunicación que usa un efectivo para notificar de una situación a sus superiores y en la Justicia. Este miércoles a la madrugada, un parte circuló con cierta velocidad.
Escrito de forma un poco rústica, apurada, el parte viajó entre efectivos de rango bajo y medio, luego hasta comisarios. En paralelo, llegó hasta el autor de esta nota. Cualquiera sin un ojo entrenado la podría haber tomado por cierta. La noticia que expresaba era digna de ser chequeada: hablaba de un intento de rescatar a un detenido en la Comisaría 1° de San Justo.
“Asaltante planificador, evasivo fuga, homicida de policías”, decía el mensaje.
A comienzos de esta mañana, Infobae contactó a fuentes judiciales en La Matanza, jurisdicción de San Justo. Ningún hecho de este tipo fue reportado a los fiscales. La DDI de la jurisdicción tampoco fue convocada a actuar. Fuentes cercanas a Sergio Berni negaron tajantemente la situación.
En sí, la noticia era cierta: era vieja, pero reciclada.
Mencionaba a un detenido que es real, Leandro David Aranda, hoy de 26 años, que no está en una jaula de la Policía Bonaerense, sino en la Unidad N°2 de Sierra Chica, según confirmaron fuentes penitenciarias a este medio. Tiene una pena por un homicidio narco cometido en La Matanza que vencerá en el año 2028.
También, tiene otra condena dictada por el Tribunal Oral Criminal N°4 de La Matanza en abril de 2021 a 50 años de cárcel por intentar fugarse de su celda y tratar de matar a tiros a cuatro policías al hacerlo. Se intentó escapar, precisamente, de la Comisaría 1ª de San Justo, cuando un comando de hampones amigos pretendió liberarlo mientras estaba detenido allí en abril de 2018. En el comando estaba, entre otras, la entonces pareja de Aranda, Zahira Bustamante, que había sido madre pocos meses antes.
Se sostuvo en la Justicia que Aranda dio las directivas a sus cómplices desde su celda. Les dio una descripción completa de la comisaría, de cómo podrían entrar. Cuando declaró en el debate, Aranda confesó haber ideado el plan para que lo rescaten, pero negó que la idea fuera entrar a matar policías.
El documento de esa condena refleja, por ejemplo, el relato de Alejandra Rocío Villarreal, una de las víctimas, quien manifestó ser la ayudante de guardia de la Comisaría 1ª de San Justo. Dijo que aquel 30 de abril de 2018, “como venía todo tranquilo, fue a la oficina de guardia donde estaban sus compañeros”. De repente, escuchó “ruidos” y un oficial le dijo que se fije quién había entrado. Al hacerlo, vio a “dos desconocidos armados”. Desenfundó su arma reglamentaria.
Villarreal fue baleada en el pecho. La bala atravesó el pulmón, impactó su 12ª vértebra. Quedó parapléjica en el acto.
Los tiros de los compañeros de Villarreal luego frenaron a los hampones. La banda nunca alcanzó los calabozos. Aranda se quedó allí, entre el olor a pólvora.
Desde ya, la noticia falsa vía WhatsApp no tiene consecuencias. Ni siquiera puede ser tomado como una falta administrativa. Sin embargo, en plena recta final hacia las elecciones provinciales y nacionales, el tema ofuscó a las autoridades políticas del Ministerio de Seguridad Bonaerense. “¿De dónde sale eso?”, preguntó una fuente en La Plata.