En la ciudad de Mar del Plata, en la madrugada de este lunes último, se produjo el homicidio de un albañil, identificado como Carlos Díaz Benítez, como resultado de una violenta pelea.
Según los resultados de la autopsia, la víctima recibió aproximadamente 50 cuchillazos en diversas partes de su cuerpo, incluyendo el tórax y la espalda, así como signos de intentos de defensa.
El incidente tuvo lugar poco antes de las 2 de la mañana en el barrio Faro Norte, ubicado en la zona sur de la ciudad, y efectivos policiales de la comisaría 5ta. respondió a un llamado al 911 que informaba sobre una pelea entre un grupo de individuos.
Al llegar al lugar, encontraron el cuerpo sin vida de Díaz Benítez en la intersección de las calles Francisco Bonet y De la Maza y un compañero de trabajo suyo, de 33 años, quien había arrastrado cientos de metros el cadáver e intentó escapar al advertir la presencia policial.
A pocos metros de la escena del crimen y, según informó Télam, las autoridades finalmente detuvieron a su compañero, identificado como Pablo Rivera, de 33 años quien presentaba manchas de sangre en su ropa y había intentado huir al notar la presencia policial y ahora se está investigando su participación en el homicidio y en la pelea.
Es importante destacar que la víctima, Carlos Díaz Benítez, no era residente de Mar del Plata, sino que había llegado a la ciudad días atrás para trabajar en la construcción y durante su estadía, se hospedaba temporalmente en la casa de su agresor.
Rivera, quien tiene antecedentes por abuso sexual y robo, fue trasladado a la Unidad Penal 44 de Batán y en las próximas horas, será interrogado por el fiscal Alejandro Pellegrinelli, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 5, en relación con un caso de “homicidio en riña”.
Este trágico suceso tuvo lugar poco después de que un comerciante de 71 años falleciera también en Mar del Plata cuando tres delincuentes ingresaron a su verdulería en la zona del puerto, lo maniataron y lo asaltaron y durante el asalto, el comerciante sufrió una descompensación y falleció en el acto.
El comerciante, identificado como José Antonio di Meglio, padecía problemas cardíacos y ya había recibido tratamiento médico previo, incluyendo la colocación de stents.
Los delincuentes saquearon su propiedad y se dieron a la fuga. La autopsia determinó que la causa de la muerte fue una crisis de hipertensión inducida por un “evento traumático”, con lesiones relacionadas a sus ataduras y la caída posterior.
La fiscal Andrea Gómez está a cargo de la investigación de este caso, calificado como “homicidio en ocasión de robo”. Se han analizado las cámaras de seguridad de la zona y del Centro de Operaciones y Monitoreo para rastrear la ruta de escape de los delincuentes.
La calle 12 de octubre, donde ocurrió el robo y la muerte de Di Meglio, es una arteria principal del puerto de Mar del Plata, con una concentración de negocios de diversa índole y los comerciantes de la zona expresaron su consternación por estos sucesos violentos.
La calle 12 de octubre es una de las arterias principales del Puerto y de acuerdo con el diario La Capital de la ciudad balnearia, los negocios se suceden unos a otros en las cuadras que van desde Avenida de Los Trabajadores hasta Padre Dutto. “Es una ciudad dentro de la ciudad, con comercios de todo tipo, incluso bancos o bingos”, indicó dicho medio.
La noticia del robo y la muerte de Di Meglio corrió rápidamente de boca en boca por los vecinos del Puerto y los comerciantes de la calle 12 de octubre: todos estaban muy consternados. “Pobre hombre, era de toda la vida de acá. Antes era una zona tranquila, pero ahora está bravo”, dijo al medio local una de las trabajadoras de un supermercado, ubicado a 50 metros de donde falleció Di Meglio. “Hace poco, a una vecina le entraron en la casa y la golpearon. No la mataron de milagro”, agregó otra empleada del lugar.
Los comerciantes de 12 de octubre, que destacan la “tranquilidad y el movimiento” de esas cuadras entre las 9 y las 21, dijeron que ya de noche, con los negocios cerrados, el panorama cambia radicalmente. “No se ven policías, y hay robos en la noche en las paradas de colectivos cuando cerramos los locales y volvemos a nuestras casas”, aseguró a La Capital una joven que trabaja en una panadería.
“Hay robos como en todas partes de la ciudad. Acá cerca hay una villa por Magallanes y, después de algún arrebato, van y se esconden ahí”, dijo otro comerciante.
La muerte de Di Meglio durante el asalto a su verdulería, y su casa arriba del negocio, excede a esos robos “diarios”. “Lo más lamentable es que haya ocurrido una muerte, porque robos hay siempre”, sostuvo una mujer que trabajó hace cinco años en un comercio de 12 de octubre.
El intendente Guillermo Montenegro se ha comunicado con los familiares del comerciante fallecido y desde el Municipio se ha ofrecido asistencia a la víctima y su familia.
Con información de Télam
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