El ex fiscal de instrucción de la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz, Gustavo Adolfo Marchetti fue condenado este lunes a ocho meses de prisión en suspenso, y a realizar tratamiento psicológico y capacitación sobre violencia de género durante tres años, luego de admitir, en un juicio abreviado, que había amenazado de muerte a su ex esposa.
Marchetti, jubilado de su función desde setiembre de 2021, fue denunciado por su ex esposa en 2017 cuando se encontraba en trámite de divorcio y, luego de un proceso de investigación, el fiscal de Cosquín, Martín Bértone lo había imputado por delito simple y elevó la causa a juicio.
Y mediante acuerdo entre las partes del proceso se realizó un “juicio abreviado”, que se realizó ayer y que estuvo a cargo de la Cámara 6ta. del Crimen de Córdoba, Marchetti admitió la acusación y seguidamente fue condenado a ocho meses de prisión en suspenso.
De acuerdo a lo que se conoce de la causa, las amenazas ocurrieron cuando se había iniciado el trámite de divorcio, debido al desacuerdo en la división de bienes.
Es de destacar que el abogado Alejandro Pérez Moreno, representante legal de la denunciante, dijo a un canal local que Marchetti le había manifestado por tercera vez, a su entonces esposa, que “vas a terminar como Nora Dalmasso”, en alusión a la mujer asesinada el 25 de noviembre de 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, cuya muerte no fue esclarecida hasta la fecha.
“Te voy a descuartizar, te voy a partir en pedazos con una motosierra y te voy a quemar en el horno de barro de la casa”, dijo el letrado que fueron otras de las expresiones amenazantes del ahora ex fiscal condenado.
Finalmente, y según informó Télam, Marchetti “reconoció su culpabilidad y lo relevante y preocupante del caso es que pasaron seis años para que llegue la condena”, al sostener que desde que se efectuó la denuncia “continuó cumpliendo funciones por varios años más y trabajando con temas sensibles como violencia de género y familia” en Villa Carlos Paz, concluyó Pérez Moreno.
Y en otro caso relacionado con un funcionario judicial, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán condenó a Jorge Edmundo Mistretta, ex jefe de despacho de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, a cuatro años de prisión por abuso sexual contra dos empleadas que estaban bajo su supervisión. Los incidentes ocurrieron en 2013 y 2015, en un ambiente laboral descrito por la fiscalía como “machista” y “misógino”.
Mistretta recibió el veredicto mientras estaba postrado en una cama y a pesar de la solicitud de su defensa para ser absuelto por falta de pruebas, el tribunal ordenó su inmediata detención, estableciendo arresto domiciliario debido a su estado de salud.
Además de la condena, el acusado fue ordenado a indemnizar a las víctimas. Asimismo, el tribunal también recomendó a la Cámara Federal de Tucumán colocar una placa en el edificio que enfatizara que “un ambiente de trabajo violento afecta la administración de justicia, no a la violencia y al acoso”.
El fallo fue emitido por los jueces María Noel Costa, Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal. La acusación estuvo a cargo de los fiscales Pablo Camuña y Lucía Doz Costa, mientras que la defensa fue representada por Enzo Ernesto Nieva (quien no estuvo presente durante el alegato debido a problemas de salud) y Gloria Hanssen.
El proceso incluyó testimonios de aproximadamente veinte testigos, la mayoría de ellos empleados y funcionarios del Poder Judicial de la Nación.
De acuerdo con la versión presentada, al finalizar su jornada laboral, Mistretta llevó a su hogar a MLB, una empleada contratada en la misma oficina. Según la acusación, en ese momento, él tocó los pechos de la empleada y le hizo comentarios inapropiados. La joven rechazó sus avances y se bajó del auto, contando posteriormente el incidente a Estela Martínez Vázquez, prosecretaria electoral. Fue este incidente el que desencadenó la investigación.
La víctima, A.C.C., describió situaciones de abuso sexual y de autoridad por parte de Mistretta. Habló de sus comentarios inapropiados y toques indebidos, y explicó que no denunció los incidentes por temor a perder su empleo, ya que tiene tres hijos que mantener.
Con información de Télam