El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°14 condenó a un año y dos meses de prisión en suspenso a dos viudas negras de nacionalidad colombiana que habían drogado y robado a dos hombres, a los que habían conocido en un boliche de Palermo, informaron fuentes judiciales a Infobae. Las acusadas llegaron a un acuerdo en un juicio abreviado, por lo que no irán a la cárcel. Cayeron luego de ser reconocidas por las víctimas en otro bar.
Se trata de “Sofía” y “Camila”, el nombre fantasía que usaron las mujeres nacidas en Bogotá e identificadas como V.L.M. y N.D.M., respectivamente, la madruga del 18 de junio de 2023 para engañar a sus potenciales víctimas. Ese día, cerca de las 3, conocieron a dos hombres en una disco ubicada en Juan B. Justo al 1500, en el barrio porteño de Palermo.
Los cuatro charlaron hasta alrededor de las 5.30, cuando decidieron irse del lugar y dirigirse a la casa de uno de ellos, en Villa Crespo, en un auto de alquiler. Compraron cervezas en un kiosco cercano e ingresaron a la propiedad. En el departamento siguieron bebiendo hasta que los amigos perdieron el conocimiento. Durmieron por horas, hasta que despertaron completamente desorientados cerca de las 19 de ese mismo día, tal como suele suceder en estos casos.
Ninguno de los dos recordaba qué había sucedido ni cómo habían llegado a las habitaciones. Ambos sentían, a la vez, un malestar general, náuseas y mareos. Incluso, uno de ellos tenía restos de sangre en orificios nasales. No pasó demasiado tiempo para darse cuenta de que las visitas se habían llevado sus celulares, un Samsung S23 y un Xiaomi F3, dos aparatos de alta gama, detalla el fallo al que tuvo acceso este medio.
Además, al propietario del departamento le faltaba una notebook Lenovo, un Samsung S7, un Iphone SE, unos $15 mil en efectivo, una tarjeta de crédito y otra de débito. Y, quizás lo más grave, no encontró las llaves de su vivienda. Sin embargo, el somnífero no logró borrar su memoria a las dos mujeres que los habían engañado para robarles y pudieron describirlas con facilidad cuando realizaron la denuncia.
“Sofía” medía 1.60 metros de altura, tenía el pelo de color negro largo hasta la cintura, la mandíbula marcadamente cuadrada, ojos oscuros y tez trigueña. Pudieron recordar, a la vez, que estaba vestida con una campera de jean celeste, pantalón negro y borcegos del mismo color. En tanto, “Camila”, de contextura delgada, tenía la misma estatura, llevaba el pelo negro recogido y una campera deportiva negra, pantalón y zapatillas.
Es probable que las víctimas quisieran borrar ese episodio de sus mentes, pero eligieron no hacerlo. El 6 de agosto pasado, cerca de las 4, volvieron a verlas mientras tomaban algo y conversaban en un bar de la calle Serrano al 1500. Inmediatamente, las reconocieron. El hombre que salió más perjudicado por el robo se levantó de la mesa y comenzó a seguirlas hasta la calle Gorriti, donde las mujeres se sentaron.
En ese momento, la víctima de las viudas negras se comunicó con su amigo y llamó al 911. Un oficial de la Policía de la Ciudad procedió a detener a las mujeres, que no pudieron terminar sus tragos. En ese momento, salieron a la luz sus verdaderas identidades.
Ahora, en un juicio abreviado, admitieron su responsabilidad y aceptaron la condena de un año y dos meses de prisión en suspenso -es decir, no irán a prisión- por el delito de robo, impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°14 de la Capital Federal. Al mismo tiempo, los jueces les impusieron reglas de conducta, a cumplir por el término de dos años: fijar residencia y someterse al cuidado de la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal.