En la noche del domingo, personal de la Policía Bonaerense detuvo a Gustavo Alejandro Martins, de 23 años, con domicilio en Remedios de Escalada, acusado por el brutal crimen del comisario Gustavo Romero, asesinado ayer minutos antes del debate presidencial mientras esperaba a su pareja a bordo de su moto Kawasaki en la esquina de Irigoyen y Vieytes, zona de Banfield.
Así, se espera que Martins sea indagado en la jornada de hoy lunes, con un expediente en su contra a cargo de la UFI N°3 de Lomas de Zamora. El delito que se le imputa es el de homicidio en ocasión de robo. Se cree que intentó robarle la moto a Romero. Al no lograr su cometido, los hampones le dispararon y huyeron sin llevarse la moto.
Un primer reporte policial indicaba al menos cuatro asaltantes. Sin embargo, de acuerdo a lo que pudo observarse luego en cámaras de seguridad de la zona habrían sido al menos siete, a bordo de cuatro motos distintas.
El hecho, adelantado ayer por Infobae, fue reportado por un llamado al 911. Se dirigió al lugar personal de la Comisaría 2° de Banfield, que encontró a Romero -de 43 años, destinado a la Delegación La Plata de la División Crimen Organizado- con cuatro disparos, ubicados en el tórax, la espalda y la cabeza. Según informó Télam, se encontraron seis vainas servidas en la escena.
Esta mañana, una vecina de la zona que se identificó como Mónica relató a la prensa detalles del hecho y afirmó que su hija vio agonizar el comisario antes de que fuera trasladado al hospital Gandulfo.
”Era temprano, no eran ni las nueve de la noche. Es una avenida muy transitada con mucha luz. Ni siquiera escuchamos las motos escapando, escuchamos los tiros nada más. Escuché dos disparos que pensé que eran fuegos artificiales y se sentía el quilombo de la calle. Mi hija vio la sangre y cómo lo subían al muchacho a la ambulancia que ya estaba inconsciente. No se si llegó al Gandulfo con vida”, contó la mujer.
Romero, precisamente, falleció en el hospital Gandulfo a causa de sus heridas. Mientras tanto, la búsqueda de los sospechosos restantes continúa.
Todavía se desconoce si Romero llevaba su arma reglamentaria al momento de ser asesinado, que no fue encontrada en la escena o junto al cuerpo. Una hipótesis inicial indica que el comisario se habría resistido con su pistola, lo que motivó el crimen, una literal ejecución.